El primer momento de reflexión sobre la nueva constitución de nuestra ciudad comenzó con la designación de los 28 notables que integrar la comisión redactora del proyecto que deberá estar concluido para el 15 de septiembre. El grupo es plural en su formación profesional y en su procedencia. La lista no se reduce a expertos en derecho, hay una equilibrada combinación entre líderes políticos emblemáticos, activistas y académicos y respeta el principio de equidad de género. Además, es un reflejo de la representación política identificada con la izquierda mexicana que ha gobernado a la ciudad en los últimos 18 años. En este sentido, es esperable y legítimo que el documento que se presente al constituyente recoja sus ideales y las aportaciones de los investigadores incorporados por el Jefe de Gobierno.

El segundo momento, que son los procesos de elección del centenar de constituyentes, inició formalmente con la emisión de la convocatoria del INE, que establece las bases para la realización de la votación universal y secreta, que se realizará el 5 de junio próximo, en donde se elegirán 60 de los diputados. No obstante lo anterior, todavía no hay noticias respecto a la designación de los 40 diputados que corresponden al Senado (14), Cámara de Diputados (14), Presidente (6) y Jefe de Gobierno (6).

La conformación del constituyente es la oportunidad para generar las condiciones para enriquecer ideológicamente el proyecto que presente el Jefe de Gobierno. Hay tres vías de acuerdo con los artículos transitorios de la reforma de la Ciudad de México: la democracia directa mediante campañas políticas propositivas; la democracia indirecta con un debate crítico y abierto en el Poder Legislativo Federal, y las designaciones de los poderes ejecutivos, que deben incluir mayoritariamente a personas vinculadas con la historia reciente de la ciudad y que sean conocedoras de sus circunstancias o a constitucionalistas reconocidos. La vía que atañe a los ciudadanos es la integración de las listas de los partidos en su proceso interno, la publicitación de los aspirantes a candidatos independientes, las campañas y la jornada electoral.

La decisión de que el principio para determinar la integración del 60% del constituyente fuera el de representación proporcional y que hubiera una apertura a las candidaturas independientes de los partidos políticos contribuye a que la gama ideológica previsiblemente sea amplia. Ninguna fuerza política tendrá mayoría absoluta si tomamos en cuenta los resultados electorales del año pasado y aunque no son del todo equiparables (hay que esperar a las mediciones de las encuestadoras) si es un referente para pronosticar que el voto se dispersará (27 morenistas, 21 perredistas, 7 panistas y 4 priístas más-menos los independientes y los partidos de baja votación)

La naturaleza ideológica de las campañas y la percepción social de que una nueva constitución no afecta la vida cotidiana e inmediata de la ciudad puede provocar que la participación ciudadana sea menor a la que normalmente se registra en las elecciones intermedias. De ahí que los procesos internos de los partidos políticos para integrar las listas de los candidatos adquieran mayor relevancia y se deban orientar a la selección de cuadros experimentados en el debate parlamentario, articulistas o con trayectoria periodística o académica.

Los ideólogos de los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil, las agrupaciones políticas, las universidades, los institutos de educación superior, los colegios de profesionistas, las cámaras de comercio o industriales, los sindicatos patronales y de trabajadores, los observatorios ciudadanos y los forjadores de opinión públicas seguramente serán las principales canteras de los candidatos a diputados constituyentes.

Los diputados constituyentes que elijan las cámaras serán un reflejo de su conformación actual, lo que favorece al PRI, PAN, PRD y PVEM y aquellos nombrados por el Presidente y Jefe de Gobierno al PRI y al PRD, respetivamente. Con lo que las tres vías mencionadas garantizan que ningún partido político obtenga la mayoría absoluta y se requieran consensos para aprobar la nueva constitución. Los no perredistas, que pueden ser fuerzas opositoras a quien nombró a la comisión redactora del proyecto, seguramente serán mayoritarios y, por lo tanto, se espera un debate intenso para el tercer momento de este proceso constituyente que comienza el 15 de septiembre. Magnífico preámbulo para la celebración del centenario de nuestra Constitución Federal.

Profesor del INAP

cmatutegonzalez@yahoo.com.mx

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