Las negociaciones entre el gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) terminaron sin acuerdos. Justo después del anuncio de la suspensión indefinida de la evaluación educativa, la disidencia magisterial radicalizó su posición. En vez de aceptar la moratoria en la aplicación del principal instrumento de la reforma educativa, iniciaron movilizaciones dirigidas a boicotear las elecciones del próximo domingo.

En Oaxaca, territorio de la Sección 22, los maestros de la CNTE tomaron las sedes de las 11 juntas distritales del INE. En tres de ellas —Juchitán, Tehuantepec y Tuxtepec—, ingresaron a las instalaciones y destruyeron equipo y mobiliario. En la ciudad de Oaxaca, el vandalismo político de la CNTE destruyó las instalaciones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (una institución que no participa en la organización de las elecciones del domingo) y causó graves daños a la Junta Local del INE en el estado.

Los actos de vandalismo y destrucción también tuvieron lugar en otros estados, aunque de manera más aislada. En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, los maestros de la CNTE causaron daños a las instalaciones de la Junta Local del INE. En Tlapa de Comonfort, Guerrero, el Movimiento Popular Guerrerense tomó la sede del Consejo Distrital 28 del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado, donde quemó boletas y documentación destinada a diversas elecciones municipales de la comarca. En Xalapa, Veracruz, un contingente de jóvenes encapuchados, presumiblemente anarquistas, destruyó e incendió un módulo del INE destinado al trámite de credenciales de elector.

Los perjuicios materiales son ya considerables. Afortunadamente, ningún trabajador del INE o de los institutos electorales locales ha sido agredido o lastimado. El INE evacuó a su personal de las instalaciones antes de que llegaran los contingentes de maestros. La política ha sido evitar situaciones que puedan desencadenar enfrentamientos.

Otra dato positivo es que, a pesar de la destrucción del equipo, mobiliario y documentación, el vandalismo político desplegado por la CNTE no ha generado hasta ahora ninguna afectación irreparable a las elecciones. El INE tomó medidas preventivas para poner a salvo los paquetes electorales que serán utilizados en las casillas el próximo domingo. En los casos en los que hubo quema o robo de boletas (Juchitán y Teotitlán en Oaxaca), la documentación puede reponerse sin arriesgar la integridad de las elecciones.

La radicalización del boicot electoral se ha iniciado cuando la preparación de la elección se ha completado casi en su totalidad. Desde luego, aún falta el último tramo. Queda un número importante de paquetes por distribuir y luego cuidar que la jornada electoral transcurra con paz y tranquilidad. Pero durante la preparación de la elección, la ciudadanía ha mostrado una buena disposición a cooperar con la autoridad y a participar como funcionarios de casilla. Nuestro modelo de elecciones ciudadanas goza de cabal salud.

Quienes rechazan las elecciones y buscan boicotearlas son una minoría organizada y radical, que antepone sus intereses gremiales sobre el interés público. Para ellos, las elecciones son una especie de rehén a tomar para luego intercambiarlo en las negociaciones en las que buscan revertir la reforma educativa. Buscan con actos de vandalismo generar una sensación de caos y alarma.

Por ello, ahora más que nunca es importante mantener la calma y continuar de forma prudente con la organización de las elecciones. El límite está claro: nunca poner en riesgo la integridad física de las personas. Cuando se acerque esa línea, la autoridad electoral siempre buscará una ruta alternativa de acuerdo con los procedimientos establecidos en la ley.

Consejero electoral del INE

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