Antonio Rosas-Landa

El terrorismo y los refugiados sirios

A pesar de las muertes, la violencia y el temor que estos eventos provocan, es indispensable responder a la barbarie con inteligencia

26/11/2015 |02:17
Redacción El Universal
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Chicago, Illinois.— Los ataques terroristas de París mostraron el lado más oscuro de nuestra especie. Los actos cobardes contra civiles inocentes, para probar un punto ideológico o político, son el recurso más vil de quienes repudian los valores universales que identifican a la mayoría de los seres humanos.

A pesar de las muertes, la violencia y el temor que estos eventos provocan, es indispensable responder a la barbarie con inteligencia. El terrorismo dice mucho de quienes lo practican, pero también define los valores de los Estados que reaccionan a estos hechos.

Es imprescindible que los atentados en París no deriven en respuestas militares, si bien necesarias, desproporcionadas. Es indispensable mantener la retórica política dentro de la mesura y evitar el oportunismo ramplón.

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Lamentablemente, el tema de los refugiados sirios parece caer en la vileza política vestida de seguridad nacional. Ante la posibilidad de que uno de los terroristas haya ingresado a Europa como refugiado, en EU se exige detener la entrada a su territorio de los desplazados sirios.

¿De qué tamaño es el problema de los refugiados? Según la organización World Vision ya son 12 millones de sirios los que han dejado sus hogares para huir de la guerra civil. 4 millones permanecen en Jordania, Turquía y Líbano, 700 mil han llegado a Europa, mientras que Estados Unidos ha alojado sólo 2 mil.

La solidaridad hasta ahora mostrada por Estados Unidos es indigna de una nación fundada en valores como el respeto a la vida y a las libertades esenciales de los individuos.

Al norte de la frontera, políticos conservadores quieren el cese inmediato al ingreso de más refugiados. Incluso, la Cámara de Representantes —de mayoría republicana— aprobó una medida para restringir su ingreso a territorio estadounidense. Falta el voto en el Senado aunque Obama prometió vetarla si es aprobada.

Precandidatos presidenciales como Marco Rubio dicen que no debemos aceptar más refugiados pues “no se pueden investigar sus antecedentes, no hay a quién llamar en Siria.” Otros más cínicos sugieren aceptar sólo a los refugiados “cristianos probados” —en clara discriminación contra de los musulmanes—.

EU sufrió los ataques terroristas más graves de la historia moderna en 2001. Casi 3 mil personas perdieron la vida y los estadounidenses tuvimos que acostumbrarnos a sacrificar algunas libertades en nombre de la seguridad.

Invadimos Afganistán para terminar con el paraíso operativo de Al Qaeda, y el mundo entendió la moralidad de la estrategia. Luego invadimos Irak en un esfuerzo desvinculado de los eventos del 11 de septiembre. Torturamos a “enemigos combatientes” para obtener información que nunca llegó. Dañamos pues la reputación y la estatura internacional del país.

Ya nos equivocamos antes y espero que no se vuelva a cometer otro error rechazando a millones de personas que huyen de Siria para salvar sus vidas. Como dijo el presidente Obama, “(los republicanos) ahora le temen a huérfanos de tres años y a mujeres viudas”.

Es menester de los líderes de Estados Unidos encontrar opciones para dar la bienvenida a refugiados de bajo riesgo (mujeres, niños, ancianos) que son al mismo tiempo los individuos más vulnerables.

EU debe reaccionar al terrorismo usando con sabiduría su incomparable poder militar, levantando la antorcha de la libertad y extendiendo los brazos de la compasión. Es cuestión de consistencia. Pues éstos son algunos de los valores fundacionales de la nación que se convirtió en mi hogar desde hace casi dos décadas.

Periodista