“Es la educación la que nos va a llevar a este futuro que no podemos comprender”. Ken Robinson

Según los teóricos en la materia, para que un rumor exista se requieren dos características básicas: un tema de importancia tanto para los receptores como para quienes lo transmiten y cierta ambigüedad, creada por ausencia o parquedad de información, por una naturaleza contradictoria o bien, basada en la desconfianza o tensión respecto de ciertos hechos.

Sin dudarlo, una de las preocupaciones y ocupaciones centrales de cualquier madre o padre de familia es brindar a sus hijos una educación integral, que les permita desarrollarse.

Para el Estado mexicano la educación es el mayor de los desafíos si queremos apostar a ser una sociedad más competitiva en un entorno global, pero sobre todo, un país más igualitario, justo, incluyente y pacífico.

A partir de la aprobación de la reforma educativa, muchos hemos atestiguado pintas en bardas rechazando la privatización de la educación, que por ley en nuestro país es gratuita, laica y obligatoria; hemos escuchado rumores señalando que los libros de texto gratuitos se empezarán a vender —absolutamente falso— o leído cartas de padres y madres que en internet buscan recolectar firmas para evitar la distribución de libros sobre educación sexual elaborados en la pasada administración del gobierno federal.

Es momento de que los interesados en lograr una educación de calidad —¿hay alguien que no lo esté?— transformemos las dudas y los rumores en propuestas y acciones concretas para alcanzar tan anhelada meta.

Quienes hemos tenido la oportunidad de estudiar en escuelas públicas, sabemos de su valía, pero también de sus enormes carencias: infraestructura que cada día tiene un mayor desgaste, maestros que además de prepararse y educar a los estudiantes son gestores para su escuela e incluso de las necesidades alimenticias o del entorno de sus alumnos, y contenidos que desde hace tiempo exigen una revisión frente a una realidad cambiante y un entorno global.

Partimos de un marco legal renovado, suficientemente firme como para no desviarse de su objetivo central, que es brindar educación de calidad pero que debe reconocer las diferentes realidades que existen en el país y encontrar, como hasta ahora, el espíritu que lo anima: la evaluación como un medio, no como un fin, anteponiendo sí el interés superior de la infancia, pero respetando derechos en los que no puede retrocederse como el pago correspondiente a la carrera magisterial, que recientemente fue motivo de acuerdo con la autoridad educativa.

Hoy se tienen estrategias de evaluación, de formación continua y de desarrollo profesional docente e incluso la SEP trabaja en la revisión de los mecanismos de evaluación en coordinación con el Instituto de Evaluación Educativa que tiene autonomía constitucional, a fin de adecuarlos a las diversas regiones del país.

Para tener mejores escuelas, a partir de este año con el Plan de la Escuela al Centro y el Programa Escuelas al Cien, empezaron a llegar progresivamente a las escuelas recursos para que sus espacios tengan la dignidad que requieren y merecen sus ocupantes.

El eje para consolidar la educación de calidad y mejorar contenidos fue lanzado esta semana por la SEP: construir un nuevo modelo educativo significa uno de los mayores retos impuestos por la reforma educativa y lograrlo exige un esfuerzo igualmente complejo, sin atajos ni opacidades.

Se trata de un modelo basado en dos principios básicos: la inclusión y la equidad, que además abrirá un espacio público de análisis y discusión con el objetivo de construir una propuesta curricular para la educación obligatoria, que en México, va desde preescolar hasta el nivel medio superior.

Analizar la iniciativa lanzada esta semana por la SEP y realizar propuestas será motivo de posteriores análisis en este espacio, pero es alentador el enfoque humanista que se prevé y el énfasis propuesto en valores y habilidades socioemocionales.

Hay rumores que surgen de legítimas dudas y temores, esos deben participar en el proceso que viene, porque nuestros hijos merecen crecer en sociedades que les ofrezcan un futuro con mayores certezas, fundadas siempre en su capacidad y su esfuerzo.

Secretaria de Educación Estado de México.

@AnaLiliaHerrera

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