Darle el premio Nobel al maestro Bob Dylan es algo grato. Sólo hay un problema: se lo debieron haber dado hace mucho tiempo, siquiera un par de años antes. La razón: su música ha sido interpretada por grandes estrellas como The Rolling Stones, Jimi Hendrix, Guns N’ Roses... y así será para siempre. Es el máximo poeta y filófoso del rock.

Es bueno que se le haga este reconocimiento aún en vida porque normalmente se hacen cuando la persona ya falleció. Su premio, además, es un honor para todos los rocanroleros porque junto con John Lennon y Paul McCartney son los máximos compositores de la música de rock a nivel internacional. Para todos los que hacemos rock and roll es una motivación, nos sentimos muy contentos que se reconozca el fondo no solamente musical sino literario que tienen las canciones. Bob Dylan es nuestro espejo.

Esto le da un nivel importantísimo al rock and roll, a la poesía y literatura que se maneja en ella, no solamente para él sino para los que también escribimos. A quien dude de la validez del galardón habrá que recordarle que “Like a Rolling Stone” es la máxima canción de la historia, aunque él mismo tiene muchas otras con un gran contenido literario y poético. Ese tema encierra exactamente todo lo que es el rock and roll y cómo se siente el no tener hogar, no tener qué comer, andar pidiendo y vivir en la calle exactamente como una piedra rodante.

Las suyas son canciones que marcan toda una época, una historia, la forma de ser y la vida. Las letras del maestro Bob Dylan no son cancioncitas bobas que llevan una melodía, son mensajes que vienen directamente de la calle al corazón y que llegan al sentir de la gente. Cuando una canción comunica lo que la gente siente y lo que la gente quiere decir, entonces deja de ser una canción y se convierte en una forma de comunicación, se vuelve precisamente en algo literario porque dice lo que la raza piensa, opina y quiere. Eso necesita una poca de gracia y otra cosita.

Veamos el caso de El Tri: es música que no ha tenido mucha difusión pero se ha mantenido en el corazón de la raza durante 48 años. Para eso se necesita que lo que la letra diga realmente tenga que ver con el sentir de la raza.

Lógicamente todos los que no son rocanroleros y los envidiosos criticarán. Nunca falta un pelo en la sopa porque generalmente este reconocimiento se le da a un escritor y no a un músico. Pero en el caso del maestro se le está dando porque él inventa canciones, no simplemente las canta. En sus letras hay literatura, hay poesía y más que nada hay vivencias que tienen que ver con todos nosotros y por eso traspasan fronteras, generaciones y corazones.

Les mando a todos un rocanrolero abrazo y les recuerdo que el rock and roll es un deporte, practíquenlo leyendo esta, su publicación favorita... ¡y que viva el rock and roll!

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