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Quienes a través de la vía partidista participamos en la vida pública de México, nos equivocaríamos si solo pensamos en la democracia como una forma de gobierno. La democracia también debe ser entendida como un ejercicio que nos permite disentir, argumentar y discutir. La democracia es un mecanismo sano y necesario para elegir entre diversas opciones y establecer acuerdos.
Lo anterior sirve para poner en contexto lo que es el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y lo que en días pasados hemos vivido. Basta mencionar que el origen de este Partido es el de la discusión y elección de una nueva vía que representara los anhelos y sueños de cambio de los mexicanos en 1989.
Es por esto que la diversidad, las distintas voces y el debate son, y seguirán siendo, la fortaleza de nuestro partido; porque así se ha forjado nuestra historia, porque esa es la vida y el camino que el PRD ha elegido para tomar las mejores decisiones.
Justo eso es lo que hicimos al elegir a la nueva coordinadora del Grupo Parlamentario en el Senado. Estoy convencida que con la decisión que tomamos quienes decidimos seguir formando parte del PRD, nuestro partido seguirá con su compromiso de representar a los mexicanos que nos eligieron y con la tarea de ser una oposición que lleve la voz y defienda las exigencias de los ciudadanos, pero también una oposición dispuesta a escuchar y construir una agenda progresista para México.
Frente a los tiempos convulsos que vive nuestro país, está claro que algunos personajes privilegiarán sus intereses y pensarán cómo sacar ventaja del contexto que se vive; y otros, genuinamente convencidos, buscarán explorar otras alternativas. En ambos casos respeto las decisiones tomadas, aunque no las comparto. Pero también debemos dejar claro que quienes ya eligieron otro camino no deben ni pueden, participar en la vida interna de nuestro partido. Quienes han decidido irse, deben asumir la responsabilidad de sus decisiones.
En este sentido, el PRD debe ser autocrítico y, así como hemos tenido muchos aciertos como el implementar programas sociales y defender los derechos sociales que hoy ya están garantizados en la Ciudad de México, también hemos cometido errores que nos han distanciado de los ciudadanos. Quienes decidimos quedarnos, quienes seguimos comprometidos con este Partido, tenemos una gran tarea: repensarlo y recuperar su esencia para nuevamente representar una opción de cambio viable, con un proyecto de país que responda a las necesidades del México de hoy.
Ante esto, nosotros tenemos claro el papel y la responsabilidad histórica que tiene este Partido, es por eso que en los próximos días convocaremos a una serie de reuniones y foros de trabajo en los que delinearemos una agenda política que busca lograr, en el mejor de los casos, establecer las bases de cuál debe ser el rumbo que tome nuestro país antes y después de las elecciones de 2018. Y, fieles a la historia y a la fortaleza del PRD, todas las voces, todos los argumentos y todas las discusiones posibles serán bienvenidas para dar las mejores respuestas a las preguntas que los mexicanos están plantando a la clase política.
El reto que tenemos por delante es reconstruir y fortalecer al PRD, ese PRD que México necesita.
Presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática.
@Ale_BarralesM
www.alejandrabarrales.org.mx