Escribo estas líneas antes de conocer resultados de encuestas de salida, conteos rápidos o PREPs de los estados donde hay elecciones. Puesto que el tráfago de las jornadas electorales es intenso, especialmente tras del cierre de las casillas, un dirigente partidario no puede darse el lujo de tomarse una o dos horas al final del día para redactar un artículo. Por eso dedico este texto a hacer algunas reflexiones sobre los catorce procesos electivos —particularmente sobre los doce que involucran gubernaturas— y sobre lo que está en juego de cara al 2018.

Las contiendas giraron en gran medida en torno a las bajezas que esgrimió el PRI para desacreditar a sus contrincantes. Guerra sucia, le llamaron algunos; campañas de contraste, les dicen los comunicólogos políticamente correctos. Casi todas las víctimas fueron los candidatos y candidatas de oposición, principalmente los de las alianzas PRD-PAN y los de cada uno de estos partidos en las entidades en las que compitieron solos. Desde luego, los ataques priístas se dieron contra quienes punteaban en las encuestas verdaderas. La ofensiva fue feroz en Veracruz y Tamaulipas, y sumamente agresiva en Quintana Roo, Durango, Tlaxcala y Oaxaca. Se lanzaron desde señalamientos menores hasta infamias execrables. Casi todas, por cierto, fueron medias verdades o mentiras completas, viles calumnias que enlodaron a familias enteras.

Sé que algunos liberales se oponen a que se prohíban estas tácticas de mercadotecnia política. Suelen citar el cliché de que “al que no le guste el calor no debe entrar a la cocina”, soslayando el hecho de que con las temperaturas infernales a las que se ha llegado las cocinas se van a quedar vacías o pobladas exclusivamente de demonios. Argumentan que no debe restringirse la libertad de expresión, que los spots mentirosos deben combatirse con spots de réplica y que debe ser el electorado el que norme su criterio. Disiento categóricamente. No apoyo la prohibición de “ofensas” porque el margen de subjetividad para determinar qué es ofensivo es demasiado amplio, pero sí sostengo que no se deben permitir mensajes que contengan falsedades. El votante no tiene elementos para saber si lo que se le dice en un anuncio es verdad o no, y tiene que ser la autoridad la que impida que se ganen elecciones a golpes de embustes y falacias. Dejar que los contendientes recurran a la invención de historias o a la tergiversación de la realidad para desprestigiar a sus rivales y derrotarlos mediante engaños a los electores es pervertir la democracia.

Ahora bien, a esas campañas negras hay que agregar la compra del voto, las detenciones arbitrarias contra representantes de partidos opositores, las acciones para atemorizar a los ciudadanos para aumentar el abstencionismo y el control de los gobernadores por conducto de las policías locales. Si esta suciedad imperó en comicios estatales, cuando está en juego una tercera parte del poder territorial, imaginemos lo que nos espera en la elección presidencial. Y es que la estrategia del PRI-gobierno para 2018 ya está clara: dividir a la oposición y meter varios candidatos “independientes”, coaligarse con sus adláteres e ir a la contienda con todo el poder y el dinero del aparato del gobierno federal. Se van a aferrar a la Presidencia con uñas y dientes para darle a México otras siete décadas de autoritarismo y corrupción. Y lo único que puede evitarlo es la participación copiosa de la ciudadanía.

Hago votos para que cuando usted lea este artículo se tengan buenas nuevas, que se sepa ya que en la mayoría de los estados la gente asistió masivamente a las urnas y derrotó o al menos debilitó sustancialmente al dinosaurio priísta.

PD: Dicen por ahí que se tiene listo un ataque mediático en mi contra con un “expediente” que prepararon sobre un familiar mío. Hablan de “fuego amigo” que vendría de personajes de Michoacán y Aguascalientes, con gozne en Puebla, como represalia contra intereses que afecté como presidente del PRD. Si ese rumor resulta cierto y se me involucra directamente, interpondré la correspondiente demanda por daño moral y detallaré qué callos pisé. Lo dicho: la mentira es fuente de la podredumbre política.

Presidente nacional del PRD

@abasave

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