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Serios desafíos aún esperan al Tratado México-Estados Unidos-Canadá ( T-MEC ) suscrito formalmente hoy en Buenos Aires por los tres gobiernos respectivos, que incluyen a la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes estadounidense , así como los asuntos comerciales sin resolver entre Ottawa y Washington .
Anunciado apresuradamente el 30 de septiembre , luego de más de un año de negociaciones para “ modernizar ” al Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( TLCAN ), el nuevo pacto fue hasta esta semana una fuente de disputas, debido al “ escollo legal ” del texto publicado en línea por la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos el 1 de octubre , con un lenguaje que al parecer la parte canadiense nunca aprobó.
Canadá
, reportó CBC News el miércoles, no ha publicado su versión oficial del acuerdo en inglés y francés, “dejando sin aclarar si la versión del Representante Comercial de Estados Unidos será la que los tres países firmarán en dos días”.
Horas antes de abordar su vuelo rumbo a Argentina para la reunión de líderes del G20 —y marco de la ceremonia de firma del T-MEC—el primer ministro canadiense , Justin Trudeau , afirmó que su país estaba “todavía en discusiones”, en alusión al Anexo 3-B ( intercambio agrícola entre Canadá y Estados Unidos ) que fijó el requerimiento de notificación para Ottawa en el caso de un cambio de aranceles para sus industrias láctea y avícola , administradas con enfoque en la oferta.
De acuerdo con la versión de Estados Unidos , Canadá tendría que reportar a su vecino del sur cualquier cambio que realice en sus derechos aduanales para esos sectores antes de que se concrete, lo que permitiría a Washington revisar la decisión y solicitar más informes.
Mientras que siempre han existido vías para que Estados Unidos responda a las medidas aduanales canadienses que considere injustas (recurriendo al arbitraje de la Organización Mundial de Comercio , por ejemplo), el texto estadounidense “representa una preocupación para la soberanía. Parece interferir con la capacidad de Canadá para tomar sus propias decisiones arancelarias y administrar su sistema como lo considere adecuado”, resaltó CBC News .
Incluso en el nombre del acuerdo hay discrepancias: La semana pasada, la ministra canadiense de Asuntos Globales , Chrystia Freeland , afirmó que en los documentos de su país es llamado “ CUSMA ”, al colocar a Canadá en primer lugar , por lo que prefiere llamarlo “ el nuevo TLCAN ”.
En México , el presidente saliente Enrique Peña Nieto puede haber cumplido su sueño de firmar el pacto en su último viaje oficial, pero no está claro si su ratificación legislativa es prioridad del mandatario electo Andrés Manuel López Obrador , quien apoyó las negociaciones finales.
Mayoría legislativa
Al disfrutar de una gran mayoría en ambas cámaras del Congreso, López Obrador no debería enfrentar problemas para ratificar el T-MEC o TEMEC .
Por su parte, Ildefonso Guajardo , secretario saliente de Economía , pidió al Senado aprobar el convenio sin cambios, al advertir que habrá “presiones” para modificarlo.
“Habrá muchas presiones para que ustedes traten de modificar el acuerdo, utilizando como pretexto los votos que se necesitan para aprobarlo. Mi sugerencia es que se mantengan en la línea de lo que ya se acordó. El acuerdo es lo suficientemente bueno para los que tomarán decisiones tanto en Canadá como en Estados Unidos y en México ”, indicó en referencia a la nueva mayoría demócrata en la Cámara baja de Washington .
En el Capitolio , los expertos adelantan una serie de propuestas demócratas sobre protección ambiental y reglas laborales que atrasarían el proceso de ratificación .
El T-MEC entraría en vigor en 2020 , el año electoral en Estados Unidos que puede convertir a la fracción demócrata en el “partido del no”, como el ex presidente Barack Obama llamaba al Congreso de mayoría republicana que bloqueó sus principales iniciativas en migración y relaciones exteriores durante su segundo gobierno.
Nancy Pelosi
, actual lideresa de la minoría en la Cámara de Representantes —el miércoles ganó la nominación demócrata para su presidencia en la 115 Legislatura , que asumirá el 3 de enero de 2019 —subrayó que su bancada no avanzará en la ratificación hasta que el Congreso mexicano apruebe las cláusulas laborales.
La Casa Blanca necesita 218 votos —los demócratas tendrán 235 de las 245 curules—para que el acuerdo sea aprobado en la Cámara baja . De ser ratificado, estará en vigor durante 16 años , sujeto a revisión cada seis.
La oposición en su contra, no obstante, también procede del lado republicano. Este mes, 46 representantes conservadores enviaron una carta al presidente Donald Trump para solicitarle que elimine el texto que incluye como clases protegidas la orientación sexual y la identidad de género ( SOGI , por sus siglas en inglés).
El Capítulo 23 del T-MEC tiene dos referencias SOGI en cláusulas que establecen los estándares de no discriminación en los lugares de trabajo.
Los conservadores argumentan que el lenguaje SOGI nunca se había incluido en un acuerdo comercial y que por tanto se eludió la capacidad de Estados Unidos para fijar sus propias políticas en la materia.
Hasta que el T-MEC reciba el visto bueno de los legislativos en los tres países socios, el TLCAN seguirá en funciones.
El nuevo pacto se diferencia en el intercambio de bienes , principalmente al permitir que la industria láctea estadounidense participe en el mercado canadiense del sector, aunque se mantiene en los mismos términos en cuanto al comercio de servicios.
Sin embargo, la nueva Sección 32 impide que México , Canadá y Estados Unidos negocien acuerdos comerciales con “países que no sean de mercado” como China , inmersa en una guerra comercial con Estados Unidos , lo que significa que los consumidores y empresas que se beneficiaron de los bienes terminados de bajo costo en la nación asiática son los perdedores del T-MEC .
Editado por Sofía Danis
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