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La historia contemporánea de Brasil y de otros países nos muestra que las iglesias evangélicas son una creciente fuerza política en América Latina y que México no es la excepción, luego de sus nuevas acciones en demanda de concesiones de radio y televisión , así como de una reforma que permita a los clérigos ser votados como candidatos a cargos de elección pública .
Mientras que la actividad de las iglesias evangélicas o protestantes en el país se remonta al siglo XIX—paradójicamente, fue el presidente reformista Benito Juárez quien autorizó su presencia—, no es un secreto que la victoria electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador ( AMLO ) les dio el impulso para lanzar un asalto a los mismos pilares del Estado laico .
Considerado cercano al ahora desaparecido Partido Encuentro Social , que aportó 1.5 millones de sufragios a AMLO, Arturo Farela , presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas ( Confraternice ), afirmó que es necesario cambiar el artículo 130 de la Constitución que establece el principio de separación entre el Estado y la iglesia , a fin de otorgar derechos políticos al clero.
Necesitamos analizar el laicismo en México , que ya no significa un concepto “ antirreligioso ”, indicó Farela a EL UNIVERSAL la semana pasada.
La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público también requiere ser modificada para efectuar actos religiosos fuera de los templos y que sean transmitidos por televisión y radio sin el permiso previo de funcionarios federales o locales, detalló.
Dirigentes de varias iglesias, incluyendo a la católica Conferencia del Episcopado Mexicano , negocian con el Senado una iniciativa de ley para otorgarles concesiones de medios electrónicos y telecomunicaciones , bajo el argumento de que la libertad religiosa “ha perdido visibilidad” en comparación con el avance de otros derechos.
Confraternice confirmó en julio que los primeros 10,000 ejemplares de la “ Cartilla Moral ” del gobierno de AMLO serían distribuidos y entregados en los hogares a través de sus templos.
El poderoso sindicato del magisterio también participa en la distribución de la llamada “ constitución moral ”, que busca apoyar la lucha contra la violencia y la corrupción.
De acuerdo con Farela, amigo personal de AMLO, Confraternice representa a 7,000 iglesias evangélicas y casi 35 millones de fieles en México .
Muchos de ellos se convirtieron a la fe evangélica en años recientes, frustrados por los escándalos de abuso sexual que asolan a la iglesia católica , así como la decadencia moral de sus jerarcas.
Otros encontraron en la prédica protestante una respuesta a las cambiantes tendencias sociales y una oposición efectiva a la legalización del matrimonio del mismo sexo , del aborto y de la marihuana , también rechazada por AMLO pese a sus credenciales “izquierdistas”.
Elite del poder
Sin embargo, el abierto proselitismo político de los evangélicos y sus estrechos contactos con la elite del poder también han llevado a escándalos reminiscentes de la vieja hegemonía católica.
En junio, Naasón Joaquín García , dirigente de la iglesia La Luz del Mundo , fue arrestado en Los Ángeles por más de una decena de delitos sexuales , incluyendo abuso de menores y tráfico de personas .
Menos de un mes antes de la detención del autoproclamado “ apóstol de Cristo ” en California, decenas de legisladores, entre ellos Martí Batres, líder del Senado, se reunieron en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, violando sus normas internas, para ofrecer un pomposo “ homenaje ” privado a García con motivo de su 50 aniversario.
Especialistas en la materia, como el sociólogo e historiador Roberto Blancarte , han enfatizado que la cercanía de AMLO con los evangélicos está generando una “ nueva lógica ” en torno al papel de las instituciones religiosas en la vida pública.
Por su lado, el sociólogo Bernardo Barranco resaltó que el laicismo ha sido el fundamento de la democracia; “ defender al laicismo es defender a la democracia ”, aseguró.
A nivel regional, el ascenso de los evangélicos , que se opusieron al acuerdo de paz de 2016 en Colombia , está simbolizado por el presidente brasileño Jair Bolsonaro , quien fue bautizado en Israel para impulsar su popularidad entre los creyentes.
La victoria electoral de Bolsonaro en 2018 es considerada el resultado de 50 años de esfuerzos derechistas para combatir a la Teología de la Liberación católica y otros movimientos progresistas en el país sudamericano.
Dichos esfuerzos comenzaron después de una visita a la región realizada por Nelson Rockefeller , enviado especial del presidente estadounidense Richard Nixon , quien recomendó propagar el culto neopentecostal , caracterizado por una intensa fe individualista, el antiintelectualismo y la negación de la inequidad estructural en favor de la responsabilidad individual, como en la economía liberal y neoliberal .
En 1977 , la Iglesia Universal del Reino de Dios , basada en la “teología de la prosperidad ”, fue establecida por Edir Macedo , hoy uno de los hombres más ricos y poderosos de Brasil como propietario de la segunda cadena de televisión del país, RecordTV .
Varias acusaciones han sido presentadas contra Macedo por actividades criminales , incluyendo el tráfico de menores en Portugal .
En este marco, el libro Thy will be done: The conquest of the Amazon: Nelson Rockefeller and Evangelism in the Age of Oil ( 1995 ) de Gerald Colby y Charlotte Dennett , sostiene que el Instituto Lingüístico de Verano ( Summer Institute of Linguistics )—una organización misionera estadounidense—fue responsable durante los años 70 de destruir los valores culturales de los pueblos indígenas de Brasil para inducir la entrada de empresas de Estados Unidos, por medio de “ una virulenta rama del fundamentalismo cristiano que usó a la lingüística para socavar la cohesión social de las comunidades y acelerar su asimilación a la cultura occidental ”.
El SIL, también conocido como los Traductores de la Biblia de Wycliffe , fue fundado en 1934 por William Cameron Townsend , un misionero y lingüista estadounidense que disfrutó de la amistad del presidente mexicano Lázaro Cárdenas .
En 1951 , Townsend y Manuel Gual Vidal , secretario de Educación Pública , firmaron un acuerdo que autorizó al SIL “ desarraigar vicios ” en las comunidades indígenas , entre otros servicios que iban de la traducción a la promoción del deporte.
Nueve años más tarde, un decreto emitido por el presidente Adolfo López Mateos subrayó que el trabajo del SIL “ ha alcanzado un éxito notable y mi gobierno continuará apoyando esta tan trascendental tarea”.
No obstante, una comisión investigadora del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales de México ( CEAS ) reportó en 1979 que el SIL es una “ institución político-ideológica encubierta ” y “un instrumento para el proyecto de control, regulación, penetración, espionaje y represión del gobierno de Estados Unidos” en respaldo a la “ expansión del capitalismo en áreas ricas en recursos naturales, las abre al mercado y transforma a su población en una sumisa mano de obra barata ”.
buscó una entrevista con el consultor lingüista y titular del SIL en México , Steve Marlett , quien rechazó las acusaciones como “antiguas” y “no fundamentadas”.
En un correo electrónico, Marlett destacó que en más de 40 años de experiencia trabajando con distintos grupos lingüísticos de México ha podido apreciar el valor de la colaboración del SIL para la “ preservación y enriquecimiento ” de las lenguas indígenas .
Distinguidas personalidades de instituciones académicas y universitarias como Miguel León-Portilla , Carlos Montemayor , Leonardo Manrique y Jaime Litvak King nos han extendido su confianza y amistad, añadió Marlett, quien señaló que fue invitado a dar la ponencia plenaria en la celebración de los 50 años de la Dirección de Lingüística del Instituto Nacional de Antropología e Historia ( ENAH ) en 2018.
Editado por Sofía Danis
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