Los sucesos de esta semana han demostrado claramente que México y otras naciones no son inmunes a la crisis monetaria de Argentina y los mercados emergentes .
Los riesgos de contagio son muy grandes para ser ignorados, si bien el mundo dejó atrás la crisis subprime del choque hipotecario en Estados Unidos de 2008 y el gobierno entrante de nuestro país ha emprendido medidas positivas.
Los mercados emergentes cayeron en pánico otra vez el martes, luego de que Sudáfrica entró oficialmente en recesión y de que la rupia de Indonesia se sumó a las divisas que se han derrumbado hasta niveles récord desde Argentina hasta Turquía y Rusia , aumentando la preocupación internacional.
El índice monetario MSCI cayó por quinta ocasión en seis días, con lo que se perfila para su cierre más bajo en más de un año.
Todavía engarzada en una amarga disputa con Estados Unidos por el encarcelamiento de un pastor de ese país, Turquía vio a su lira deslizarse cuesta abajo por el temor a que las acciones del banco central decepcionen a los inversionistas la próxima semana, durante su reunión sobre tasas de interés.
Entre tanto, el peso argentino tropezó hasta un nivel récord después del poco convincente mensaje del presidente Mauricio Macri transmitido en cadena nacional, y la rupia se hundió al punto más bajo en dos décadas, no obstante los nuevos esfuerzos del banco central indonesio para defenderla.
A medida que las tasas suben en Estados Unidos , ha crecido el temor de los inversionistas en torno a los riesgos locales en los países en desarrollo , incluyendo las dificultades fiscales de Argentina , el déficit gemelo de Turquía , las elecciones generales de octubre en Brasil y la iniciativa de reforma agraria en Sudáfrica .
Analistas y operadores de divisas advierten que la combinación de tensiones comerciales a escala global, un dólar que se estabiliza y las perspectivas de tasas de interés más elevadas en los Estados Unidos puede asegurar que las monedas de los mercados emergentes continúen deprimidas a corto y medio plazo.
En el caso argentino, a los mercados les preocupa que la mezcla de medidas excesivas de austeridad e insuficientes reformas estructurales favorables al crecimiento golpeen al sector empresarial interno con un colapso de la demanda, agravando la crisis.
Esa fue la historia de la nación sudamericana antes de que el gobierno declarara la moratoria de USD$93 mil millones de dólares de su deuda soberana externa en 2001, debido al doloroso “programa de ajuste estructural” instrumentado con el Fondo Monetario Internacional ( FMI ) y recientemente Grecia enfrentó una situación similar.
Políticas ortodoxas
Es indudable que la recesión socavará la popularidad de Macri y sus perspectivas de reelección en octubre de 2019; al mismo tiempo, incrementaría la posibilidad de una victoria de Cristina Fernández de Kirchner , en momentos en que la ex mandataria y otros líderes peronistas lucen menos dispuestos a adoptar políticas ortodoxas para cortejar al FMI y los inversionistas extranjeros.
Esta semana, los Curas en Opción por los Pobres difundieron una declaración en Buenos Aires, subrayando que el gobierno federal no tiene a quién culpar más que a su propia ineptitud, arremetiendo contra las “políticas recesivas dictadas por el FMI y Estados Unidos”.
De acuerdo con el periodista y analista independiente mexicano Antonio Sandoval , el riesgo de contagio para nuestro país es “grande y real”, considerando que los circuitos financieros están totalmente conectados pese al reducido intercambio comercial con Argentina.
“Puede haber más problemas en Argentina y los circuitos financieros serían vulnerables. La crisis en ese país es una mala noticia para México , donde la economía se ha ralentizado en los últimos meses y el factor político no se ha aclarado, si bien ya tenemos un nuevo presidente”, expresó.
Sandoval resaltó que la crisis subprime de 2008 quedó atrás mediante una serie de medidas adoptadas por Estados Unidos y Europa que incluyeron tasas de interés cercanas a cero o por debajo de cero, lo que evitó una recesión global.
“Por otra parte, la recuperación ha sido débil y diferente a otros episodios, pero también necesitamos pensar qué es peor que un crecimiento bajo y sin calidad”, afirmó.
El gobierno mexicano entrante, añadió el experto, envía algunas señales positivas a los mercados como el nombramiento de Carlos Urzúa en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público , “un hombre ortodoxo que sin duda seguirá las reglas”.
Frente al complejo escenario global y el riesgo de contagio de Argentina, México debe mantener el crecimiento y sus fundamentales sólidos el próximo año , teniendo en cuenta, aseguró, que la economía tendrá que adaptarse a un nuevo estilo de gobierno “y eso no es fácil”.
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