Prometieron una “ Gran Bretaña global ”, un nuevo mundo donde el Reino Unido recuperaría su soberanía de los burócratas de Bruselas y aplicaría sus propias leyes en comercio, inmigración y justicia.
El Brexit , afirmaron, permitiría al Reino Unido forjar en sus propios términos un nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea , “el más fácil en la historia humana”, pero a menos de diez semanas del 29 de marzo , el día esperado que consagraría la salida tras 45 años de “ subyugación ”, el panorama luce grave y turbio.
El último capítulo del drama ha sido la reiteración del plan de la primera ministra Theresa May para divorciarse de la Unión Europea, esta vez buscando más concesiones para evitar las aduanas en la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte .
El problema: la semana pasada la propuesta fue rechazada por 432 votos a 202 en el Parlamento, la mayor derrota en la historia moderna del Reino Unido .
Horas después, May sobrevivió a una moción de no confianza por 325 votos a 306, lanzada por el líder de la oposición laborista , Jeremy Corbyn .
May ahora es rehén de los Brexiteers duros, una pequeña pero influyente facción de su Partido Conservador capaz de torpedear cualquier acuerdo que entrañe el riesgo de un “respaldo” permanente, la política de unión aduanera propuesta para la frontera irlandesa mientras se encuentra un convenio definitivo .
La primera ministra también es rehén de los 10 parlamentarios del Partido Unionista Democrático —los protestantes de Irlanda del Norte leales a la corona británica—que la salvaron en el voto de confianza y objetan, como sus aliados Tory , que Gran Bretaña no pueda terminar unilateralmente el “respaldo”.
Sin embargo, Michel Barnier , jefe negociador de la Unión Europea , apagó las esperanzas de May para agregar una cláusula “ atardecer ” al “respaldo”, después de la cual terminaría su vigencia, al asegurar que el acuerdo alcanzado en 2018 fue “el mejor posible”.
Por su lado, Corbyn declinó la invitación de May para discutir un plan alternativo , a menos que la perspectiva de una salida de la Unión Europea sin acuerdo sea retirada de la mesa por su “ gobierno zombi ”.
¿Y qué hay de los Brexiteers mencionados? ¿Qué hacen ahora? Echemos un vistazo a varios de los más notables líderes del movimiento populista que ganó el referéndum de 2016 , utilizando mentiras descaradas y verdades a medias , así como el apoyo de Steve Bannon , gurú del presidente de Estados Unidos , Donald Trump , y de Cambridge Analytica .
Boris Johnson
Alguna vez aclamado por sus seguidores como “ un hombre del Renacimiento ”, el extravagante Johnson personifica la esencia elitista de los Tories.
Nacido en Nueva York de padres ingleses ricos, estudió a los clásicos en Oxford y trabajó como periodista en The Times , pero fue despedido por falsificar una cita.
El mayor éxito de Johnson llegó en 2008 al derrotar al alcalde laborista Ken Livingstone en las elecciones londinenses: durante sus dos periodos de gobierno, promovió a la City , el sector financiero capitalino y luego regresó a la Cámara de los Comunes para impulsar el Brexit .
Nombrado por Theresa May secretario de Estado para Asuntos Exteriores y de la Comunidad Británica en 2016 , Johnson prometió reactivar las antiguas rutas comerciales del imperio a India , Australia y América .
Se condujo como si el Reino Unido pudiera obtener todo de la Unión Europea: control total sobre la inmigración , libertad completa para establecer acuerdos comerciales con otros países y todas las ventajas de la membresía a la que estaban renunciando .
El “ grandilocuente ” Johnson creyó que Alemania sería capaz de imponer a sus 27 socios de la Unión Europea un acuerdo sobre el Brexit favorable para Downing Street, tal como lo hizo la canciller federal Angela Merkel durante la crisis griega en 2015 .
Asimismo, llamó a premiar con el Nobel de la Paz a Trump y describió en un “ poema ” al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan , como el “ vagabundo de Ankara ”, antes de renunciar en 2018 junto a David Davis , secretario para el Brexit, en protesta por la estrategia de May.
Johnson todavía es popular entre los Tories como posible sustituto de la asediada May. Estos días, declaró que cancelar el Brexit sería “ totalmente patético ”, aunque según la prensa inglesa está enfrentando la realidad y se prepara a aceptar el “respaldo” temporal irlandés.
Jacob Rees-Mogg
Considerado un reaccionario y tradicionalista , este legislador fue clave en la oposición interna a David Cameron , predecesor de May en Downing Street, al igual que en el rechazo al acuerdo propuesto con la Unión Europea que, enfatizó, transformaría al Reino Unido en un “ estado esclavo ”.
El miércoles, Rees-Mogg instó a May a suspender el Parlamento , si los intentos laboristas y Tories para bloquear un Brexit sin acuerdo con Bruselas tienen éxito.
También desmintió las especulaciones de que su grupo legislativo, como Johnson, está suavizando su postura hacia el plan de May, al insistir en que “en tanto siga el ‘respaldo’ no votaré por este acuerdo”.
Nigel Farage
Miembro del Parlamento Europeo
desde 1999 , Farage fue precursor de los “ euroescépticos ” acérrimos y populistas de derecha hoy en boga alrededor del mundo.
Llevó al marginal Partido Independencia del Reino Unido a una sorprendente victoria en las elecciones legislativas de la Unión Europea en 2014 , la primera ocasión en que un instituto distinto al laborista o el conservador ganó el voto popular en comicios nacionales desde 1906.
En 2016, Farage subrayó a sus pares europeos que una hipotética falla de Bruselas para lograr un pacto comercial con el Reino Unido al salir de la Unión Europea “sería mucho peor para ustedes que para nosotros”.
Asociado con Bannon , hizo campaña por Trump en los comicios de Estados Unidos y fue el primer político británico que habló con el magnate después de su triunfo.
Antiguo Tory
, Farage descartó este mes la oferta de Rees-Mogg para reincorporarse al partido y dijo que está listo para las elecciones europeas de mayo, si el Brexit es aplazado.
Reino Unido, agregó, debería “sólo dejar” la Unión Europea sin acuerdos, bajo el marco de la Organización Mundial del Comercio , pero no ve esa “voluntad” en la primera ministra y el gobierno.
Sir James Dyson
El inventor de la aspiradora sin bolsa , que funciona en base a la separación ciclónica, asestó un severo golpe a la moral de los Brexiteers esta semana después de que se anunció que está cambiando la sede de la empresa a Singapur , el paraíso fiscal donde instaló su planta de autos eléctricos el año pasado.
De cara al referéndum de 2016, Dyson afirmó que el Reino Unido podría “liberar” su economía y crear más riqueza y empleos fuera de la Unión Europea “ dominada e intimidada por los alemanes ”.
También desechó el señalamiento de que los mercados internacionales rehuirían al país, calificándolos como una “ mamarrachada absoluta ”.
Singapur
fue presentado a menudo como un modelo para el Reino Unido posterior al Brexit .
Irónicamente
, hace tres meses el pequeño país asiático firmó con la Unión Europea un emblemático acuerdo de libre comercio .
Editado por Sofía Danis
Más artículos de Gabriel Moyssen