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Lejos de los habituales puntos calientes en Oriente Medio o en Europa , India y China acordaron desactivar las tensiones en la remota pero estratégica región de Ladakh en el Himalaya , donde ambos países libraron una guerra en 1962.
La semana pasada, delegados gubernamentales de los dos gigantes asiáticos anunciaron su resolución de superar una disputa por la frontera en Ladakh — territorio de la unión india y parte de la región de Cachemira —mediante los canales diplomáticos.
Durante una videoconferencia, altos funcionarios expresaron que Nueva Delhi y Beijing “deben manejar sus diferencias a través del debate pacífico” y no permitir que se conviertan en disputas, aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores ( MAE ) de India . En Beijing , Geng Shuang , portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino , dijo a los reporteros que la situación general en la frontera era “estable y controlable”.
Horas después, el sábado, el teniente general Harinder Singh , comandante del 14 Cuerpo del ejército indio y una delegación china encabezada por el mayor general Liu Lin , comandante de la región militar de Xinjiang , acordaron mantener el diálogo a nivel de jefes de brigada y batallón en el punto de encuentro limítrofe de Moldo-Chushul , a unos 4,260 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo con medios indios, el enfrentamiento comenzó el 5 de mayo con un choque entre los ejércitos rivales al este de Ladakh . Cerca de 5 mil soldados del Ejército de Liberación Popular de China cruzaron la Línea de Control Actual ( LAC ) establecida tras el conflicto de 1962, para bloquear la construcción de carreteras por India .
Las tropas chinas tuvieron ventaja en los primeros días en el lago Pangong y el valle de Galwan , aunque el contingente indio se fortaleció rápidamente después de que fuerzas adicionales cumplieran los siete días necesarios para aclimatarse y operar a una altura de 4 mil 870 metros.
Efectivos de las dos partes sufrieron heridas, entre ellos 72 indios en la confrontación en Pangong . Los choques se libraron a puñetazos y con armas blancas, e incluyeron el despliegue de helicópteros, aviones de combate y artillería pesada.
Analistas chinos indicaron por su lado que India debe cesar de inmediato los “ actos de provocación ” en el límite. Sus militares “deben parar la construcción de cualquier instalación defensiva en la frontera en territorio chino en el valle de Galwan , y dejar de cruzarla para crear conflictos”, enfatizó Song Zhongping , experto militar citado por Global Times .
Hu Zhiyong
, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái , opinó que “la parte india puede haber calculado mal la situación y tratado de presionar a China para llegar a un compromiso al generar problemas en medio de la pandemia de Covid-19 . India claramente subestimó la capacidad de China para enfrentar la pandemia ”.
Un poco de historia
Ubicado en el “ techo del mundo ” con su menor elevación a 2 mil 250 metros en el río Indo , Ladakh (274 mil habitantes) ha sido el centro de un diferendo desde 1947, cuando India y Pakistán se independizaron del Imperio Británico .
El nombre Ladakh significa “ la tierra de los pasos altos ” en tibetano / ladakhis ; comunicó a India con la Ruta de la Seda y hoy juega un importante papel debido a su enlace carretero entre dos provincias chinas, Tíbet y Xinjiang .
Las tensiones entre Nueva Delhi y Beijing aumentaron después de que el primero otorgó asilo al Dalai Lama tras el levantamiento tibetano de 1959. India también rechazó las propuestas diplomáticas chinas sobre el límite fronterizo en Ladakh y la antigua Línea McMahon que dividía al Tíbet del noreste indio.
El 20 de octubre de 1962 China invadió el territorio en disputa; luego de un mes y un día de lucha, Beijing retuvo su control de facto sobre Aksai Chin —una región desértica y despoblada del tamaño de Suiza reclamada por Nueva Delhi —, declaró un cese al fuego y anunció simultáneamente su retiro a la LAC . Más de 4,000 soldados de ambas partes murieron, muchos a consecuencia de las temperaturas congelantes.
Esta vez, la historia encuentra a China e India separadas otra vez más por diferencias ideológicas que por problemas fronterizos, pese a su membresía en el bloque BRICS y las reuniones bilaterales de alto nivel, como la cumbre de 2018 en Wuhan entre el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro indio , Narendra Modi .
Mientras que el ascenso económico de China está permitiendo al antiguo Reino del Centro desplazar a Estados Unidos como el poder dominante en el mundo, Modi ha optado por un realineamiento detrás de la estrategia indopacífica de Washington para “contener a China ” que fomenta una nueva Guerra Fría .
Como parte de lo anterior, Jens Stoltenberg , secretario general de la OTAN , ha declarado que la Alianza Atlántica “no ve a China como el nuevo enemigo”, pero debe estar preparada a responder a su creciente fuerza militar y económica. El incremento de la cooperación china con Rusia , subrayó, entraña una “consecuencia de seguridad para los aliados de la OTAN ”.
Además, el Pentágono planea desplegar misiles balísticos en Okinawa , Japón , luego de que la administración Trump se retiró del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019 al cabo de 33 años. Australia , Filipinas y Corea del Sur han descartado la posibilidad de albergar en su territorio los proyectiles de Estados Unidos .
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Naturalmente, esto no ha pasado desapercibido para China , que también tomó nota de la cálida respuesta de Modi a la iniciativa de Estados Unidos la semana pasada para ampliar el Grupo de los Siete ( G-7 ) en un G-11 o G-12 que incluya a India . En una conversación telefónica, el líder nacionalista indio elogió al presidente Donald Trump por su “enfoque creativo y con visión de futuro, al reconocer que un foro ampliado sería acorde con las realidades emergentes del mundo post Covid-19 ”, según el MAE .
“Con su ambición de gran potencia, India ha deseado por mucho tiempo participar en los principales clubes del mundo. Con la riña fronteriza reciente, India también espera enviar una señal a China al respaldar la idea estadounidense de ampliar el G-7 ”, resaltó un artículo publicado por Global Times .
Nueva Delhi
, afirmó el artículo basado en una entrevista con Liu Zongyi , especialista del Instituto de China en Kunming para Asia Meridional y del Sureste , decidió en 2019 acrecentar su participación en el Diálogo Estratégico Cuadrilateral (“ Cuad ”) compuesto por India , Australia , Japón y Estados Unidos . Durante la visita de Trump a India en febrero, los dos gobiernos señalaron que elevarán sus relaciones al nivel de una “asociación integral estratégica global”.
Los esfuerzos para institucionalizar el Cuad , agregó, y la intención de extenderlo a Corea del Sur , Vietnam y Nueva Zelanda “no pueden menospreciarse. Es justo decir que India ha estado activa en muchos de los planes de Estados Unidos que apuntan contra China ”.
De manera interesante, la declaración china emitida después de que la crisis en Ladakh se desactivó la semana pasada destacó que “los dos países deben oponerse a politizar la situación de la epidemia” y “apoyar a la Organización Mundial de la Salud ”, lo que no mencionó el comunicado de prensa del MAE .
Su contraparte chino también afirmó que ambos lados “protegerán y promoverán decididamente el multilateralismo y se opondrán al unilateralismo , el proteccionismo y el hegemonismo ; protegerán juntos la equidad y la justicia internacionales , así como los intereses comunes de los países en desarrollo”.
El 5 de agosto de 2019, India revocó la autonomía limitada de Jammu y Cachemira , su único estado de mayoría musulmana, avivando las tensiones con Pakistán y China . La entidad también fue dividida y degradada en dos territorios de la unión gobernados directamente por el gobierno central, Jammu y Cachemira , así como Ladakh .
India
y Pakistán han sostenido tres guerras por el control de la región de Cachemira , vecina de las provincias autónomas chinas de Tíbet y Xinjiang . El Corredor Económico China Pakistán , que Beijing considera un medio para eludir los planes estadounidenses de bloqueo de sus puertos en una crisis, atraviesa la Cachemira bajo control pakistaní.
Por su lado, India y China conmemoraron el 1 de abril el 70 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, un momento especial que debe inspirar a su liderazgo en la búsqueda de la paz y la estabilidad.
Como un protagonista de las confrontaciones pasadas lo indicó, VK Ahluwalia , director del Centro para Estudios Militares Terrestres en Nueva Delhi y e x comandante de Cuerpo del ejército en Ladakh , el año 2020 exige madurez para resolver las diferencias y evitar cualquier escalada en la frontera común.
Editado por Sofía Danis
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