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En busca de su propio camino, Iván Duque, nuevo presidente de Colombia

​Iván Duque Márquez, presidente de Colombia, asumió su cargo el martes al inaugurar un nuevo capítulo en la nación sudamericana con consecuencias potenciales para el proceso de paz, la crisis en la vecina Venezuela y la estabilidad regional

Iván Duque durante un evento en Bogotá, Colombia - Foto: Jaime Saldarriaga/REUTERS
10/08/2018 |13:56
Redacción
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Iván Duque Márquez,

presidente de Colombia

, asumió su cargo el martes al inaugurar un nuevo capítulo en la nación sudamericana con consecuencias potenciales para el proceso de paz , la crisis en la vecina Venezuela y la estabilidad regional .

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Como el jefe de Estado más joven en la historia reciente de Colombia , el conservador Duque enfrenta enormes desafíos.

Durante su campaña, a menudo criticada por una presunta falta de sustancia y visión de largo plazo, el nuevo mandatario de 42 años prometió en forma consistente reformar unilateralmente el histórico acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC ), remover del Congreso a sus líderes—que ganaron diez asientos en las elecciones del 27 de mayo —y amenazó con terminar las pláticas con la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional ( ELN ).

Su postura respecto al proceso de paz resulta crucial para entender la política colombiana, ya que Duque es un protegido del ex presidente Álvaro Uribe ( 2002-2010 ), quien logró diezmar a los rebeldes izquierdistas en el campo de batalla con respaldo contrainsurgente de Estados Unido s mediante el Plan Colombia , si bien su gobierno fue acusado de violaciones masivas a los derechos humanos.

Juan Manuel Santos

, ex ministro de Defensa y sucesor de Uribe en el Palacio de Nariño, aprovechó la oportunidad de finalizar el conflicto armado más prolongado de América Latina negociando con las FARC pese a la dura oposición de Uribe, hoy considerado el jefe de las facciones derechistas, los latifundistas y empresarios coaligados en torno a su partido Centro Democrático ( CD ).

Uribe y el entonces senador Duque promovieron el “ no ” en el referéndum para ratificar el acuerdo de paz del 2 de octubre de 2016 , al argumentar que era demasiado benigno con los rebeldes y en el estrecho resultado, 50.2% de los ciudadanos votaron contra el convenio, forzando la reapertura de las negociaciones.

Más tarde, el Congreso ratificó una versión revisada del acuerdo los días 29 y 30 de noviembre de 2016 y Santos fue recompensado con el Premio Nobel de la Paz .

Muchos elementos del acuerdo de paz están consagrados en la Constitución y su reforma, sobre todo en cuanto a las áreas claves de la verdad histórica y justicia para las víctimas , necesitarán más que una simple mayoría en las dos cámaras del Congreso.

Duque requeriría establecer una coalición con los partidos Conservador y Liberal , que ejercieron un virtual duopolio en el poder durante la mayor parte del siglo XX .

Primera prueba

El nuevo mandatario enfrentará su primera prueba seria el 3 de septiembre , ya que se espera que Uribe comparezca ante la Suprema Corte por las denuncias de que manipuló con sus aliados a testigos que acusaron a su familia de formar unidades paramilitares , los temidos escuadrones de la muerte responsables de asesinar a miles de campesinos y activistas sindicales en Antioquia y otras provincias.

Duque, quien ha llamado a Uribe presidente eterno ”, le expresó su apoyo al tiempo que el CD lanzó una campaña de desprestigio contra los jueces a cargo de la investigación.

Más de 60 legisladores están en prisión por sus vínculos con los “ paracos ” y narcotraficantes .

A su vez, la Corte Penal Internacional podría abrir investigaciones criminales contra 23 generales y seis coroneles , así como solicitar a Bogotá su extradición .

En el campo económico, Colombia evitó una recesión tras el fin del auge de las materias primas en 2014, pero Santos fue obligado a imponer medidas de austeridad que limitaron el gasto en educación pública, salud, infraestructura y empleo.

La diversificación de la economía y el desarrollo del sector servicios se ha visto frenada por una c reciente dependencia de las exportaciones petroleras .

La relación con Venezuela es otra pregunta abierta. Mientras que la autoridad de aviación civil prohibió la entrada de drones a la Plaza Bolívar de Bogotá , donde Duque asumió como el 60 presidente del país después del ataque aéreo del sábado contra su colega Nicolás Maduro en Caracas , existe poco interés por una posición belicosa que pueda agravar la crisis humanitaria venezolana.

Más de un millón de personas se han dirigido a Colombia , donde el gobierno saliente promulgó la semana pasada un decreto que garantiza residencia y permisos laborales a 440,000 migrantes indocumentados venezolanos.

El martes, Brasil reabrió su frontera en el estado de Roraima a los venezolanos, horas después de que un tribunal ordenara cerrarla en medio de una ola que ha dejado casi 60,000 personas solicitando estatuto de refugiados o de residencia en el país desde 2015.

Contrario a las expectativas creadas por el acuerdo de paz, la producción de coca está en aumento y Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para la cocaína colombiana exportada vía México y las naciones vecinas de América Central.

Pese a los programas de cultivos alternativos subsidiados con fondos públicos —el auge del aceite de palma fue explotado por los paramilitares, desplazando comunidades indígenas y agrícolas enteras—el narcotráfico aún es muy lucrativo para el crimen organizado internacional aliado al ELN y el grupo neoparamilitar Clan del Golfo .

Estas y otras bandas delictivas también operan en la frontera venezolana, donde las fuerzas armadas han destruido pistas clandestinas y derribado aviones de los carteles mexicanos.

La compleja situación interna y mundial pondrá a prueba la capacidad política del inexperto Duque.

Por ahora, los cargos más importantes del gabinete fueron asignados a los uribistas , dispuestos a restablecer la estrategia de línea dura de su maestro.

Tarde o temprano, sin embargo, Duque encontrará como Santos la oportunidad para romper con el pasado, si quiere dejar su propia huella en la historia de Colombia.

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