Félix Salgado Macedonio regresó anoche a Acapulco, Guerrero, con las manos vacías.

Se fue el Toro, tras la faena que le hicieron seis consejeros electorales, en caravana, seguido por sus simpatizantes y sin la candidatura al gobierno de ese estado, a pesar de las amenazas, amagos y presión que virtió contra los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), y pese al respaldo presidencial del que aún goza.

Sereno y en calma, observó la sesión del INE. Acompañado de su esposa, hijas, nietos y del líder de Morena, Mario Delgado Carrillo, el guerrerense siguió, con los brazos cruzados, las intervenciones de los consejeros electorales en una carpa especial, con pantalla y rodeado de vallas.

Ahí estaba también Raúl Morón, aspirante en Michoacán, lejos del protagonismo, pues los reflectores estaban sobre el Toro, el que amenazó a los consejeros. Las posturas de los consejeros que votaron en contra de retirarle la candidatura fueron aplaudidas por él, los dirigentes y más de 100 seguidores, mientras las participaciones del presidente del INE, Lorenzo Córdova, y de Ciro Murayama fueron repudiadas y abucheadas con insultos.

Al momento de la votación, tras más de tres horas de exposiciones y debates, el silencio llegó para escuchar seis votos a favor y cinco en contra de retirarle la candidatura. Entonces, se abrió paso en medio de una nube de cámaras, micrófonos y reporteros hasta un templete.

“Fue un debate muy hermoso, muy completo y va a pasar a la historia”, fueron sus primeras palabras ante sus seguidores y los refuerzos del Estado de México, Tabasco, Morelos y Michoacán. Pero no tardó en volver a arremeter contra el INE, al reiterar que tiene los días contados porque se tiene que ir y va a caer: “Hagan de cuenta que se echaron su filete de pescado, nada más que se les atravesó la espina y lo tendrán que echar afuera”.

Al señalar que mejor el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hubiera decidido de una vez, Salgado Macedonio anunció que impugnará lo que consideró una “arbitraria” decisión de los consejeros electorales. Confió en que los magistrados de la sala superior del TEPJF le restituyan la candidatura.

“Nosotros apostamos a que nos van a regresar la candidatura y me la van a regresar porque no hay plan B ni B grande, ni B chica, no hay. Confío plenamente en la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y me siento muy fuerte, muy fortalecido”.

Ahí, en el templete, el michoacano Raúl Morón sólo escuchaba sin hablar.

Mario Delgado convocó a la movilización pacífica, porque quedó al descubierto la farsa que han montado, por lo que anunció que impugnarán “el atraco”.

Terminaron su mitin a las puertas del INE y decidieron volver en caravana a Acapulco, con las manos vacías.

Lucha pacífica

Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a Salgado Macedonio a luchar contra el fraude electoral de manera pacífica, y enfatizó que se debe dejar al pueblo de Guerrero elegir libremente al próximo gobernador del estado. Aceptó que los amagos de Salgado Macedonio contra los consejeros crispan el ambiente y, aunque dijo no justificarlo, lo comparó a lo que él vivió con el desafuero.

Previo al debate

La presión previa a la sesión del INE no se detuvo. A las puertas del instituto, Mario Delgado aseguró que se necesitan seis consejeros “patriotas, honestos y demócratas”. Pero los votos a su favor nunca llegaron.

Incluso le entregaron al INE 19 mil 872 pesos, que forman parte de los recursos que el órgano administrativo electoral señala que no fueron reportados como gasto de precampaña, tampoco registrada. El dinero lo juntaron en colecta, ahí, en medio del plantón.

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