Feminista y defensora de los derechos humanos, así se define Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia. En distintos foros ha asegurado que las mujeres en cargos públicos representan un proyecto que lucha por la igualdad y la justicia social.
Ante la crisis de delitos sexuales, violencia familiar y feminicidios en la Ciudad de México, Sheinbaum ha asegurado que no cruzó los brazos, ya que centró los esfuerzos de su gabinete legal y ampliado cuando encabezó la Jefatura de Gobierno para atender las problemáticas que más preocupan a las mujeres y así reducir aquellas brechas que han marcado a México como un país machista.
“No porque haya un movimiento conservador que esté en contra de los derechos de las mujeres nosotras nos vamos a callar. Al contrario, hay que decirles a las jóvenes, sigan luchando, qué bueno porque nunca más ‘calladita te ves más bonita’, nunca más”, afirma en Claudia: el documental, realizado por su hijo Rodrigo Ímaz.
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Quien fuera una las mujeres líderes en el movimiento de huelga de estudiantes de la UNAM que encabezó el CEU en 1987 mantiene la posición respecto a la atención de la violencia contra las mujeres de ir más allá de “romper el techo de cristal”. Busca cambiar desde lo más profundo las causas de las desigualdades de para que una mujer pueda ser lo que quiera, incluso presidenta del país.
Sus colaboradoras más cercanas y que han trabajado con ella desde la alcaldía Tlalpan y en la Jefatura de Gobierno la definen como una mujer con principios que siempre ha enfocado su trabajo en el bienestar de todo el pueblo y sabe reconocer un error si es que lo hay.
Doctora en Ingeniería, Claudia Sheinbaum ha demostrado sus convicciones en una cultura plagada de expresiones machistas, pues ha relevado los estigmas y comentarios que ha enfrentado por el hecho de ser mujer y estar en la política desde 2000.
Más allá de los programas sociales, la exmandataria capitalina implementó en la Ciudad de México políticas como la atención a las causas con “feminismo social”, llamado así por ella, donde incluyó a grupos feministas y de la sociedad civil y la coordinación entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la fiscalía de la capital.
Luego de que en 2019 surgieron movimientos feministas, como #NoMeCuidanMeViolan y #Metoo, y pese a las acusaciones hacia su administración, Sheinbaum se solidarizó con las mujeres, al revelar que, al igual que miles de ellas, fue víctima de acoso sexual durante su época estudiantil.
Asimismo, el 25 de noviembre 2019 emitió la declaratoria de alerta por violencia contra las mujeres, con la finalidad de implementar acciones de emergencia para garantizar la seguridad y los derechos de las mujeres y las niñas.
También creó refugios y centros de atención para mujeres víctimas de violencia y fortaleció los mecanismos de denuncia y atención para combatir el acoso callejero, mediante espacios públicos seguros.
“No se trata de ‘rompí el techo de cristal porque soy una mujer única’, se trata de que todas rompamos el techo de cristal porque luchamos por los derechos humanos y la igualdad sustantiva de las mujeres”, aseguró a principios de 2023.
Antes de dejar el gobierno de la capital, Sheinbaum destacó que los feminicidios se redujeron 37% entre 2020 y 2023; la prevalencia de violencia contra las mujeres disminuyó 16% y la percepción de inseguridad entre este sector bajó 29%.
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Pese a las críticas por dejar la Jefatura de Gobierno un año antes de concluir, lanzó un mensaje ante más de 100 mil personas en el Monumento a la Revolución: “México ya no se escribe con M de machismo, se escribe con muchas letras, pero se escribe con M de madre y con M de mujer”.
La candidata presidencial ha asegurado que es “es tiempo de mujeres”, lo que significa vivir sin miedo y libres de violencia, por lo que el siguiente gobierno debe estar cerca del pueblo, de sus mujeres y niñas.
“Nunca más un México sin nosotras, nunca más un México donde estemos atrás. Es tiempo de ser protagonistas de la historia”, ha afirmado.
La exmandataria capitalina ha revelado que promoverá la igualdad, una vida digna y el bienestar fortaleciendo el sistema de cuidados para las mujeres de México, reconociendo que el feminismo es un movimiento amplio y con diversidad de enfoques.