Monterrey, N.L.— El precandidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República, Samuel García Sepúlveda, advirtió que la oportunidad única que tiene México de avanzar en el aspecto económico por la relocalización de empresas —nearshoring— se nos puede ir de las manos si no hay una planeación hídrica para garantizar el abasto durante los próximos años.
Al participar como ponente en la Convención Anual y Expo ANEAS (Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento), García Sepúlveda habló sobre el “caso de éxito” que representa Nuevo León, al enfrentar en 2022 la peor crisis hídrica de toda su historia.
Admitió que este logro fue posible porque los tres niveles de gobierno se pusieron de acuerdo y trabajaron en equipo y sin grillas para construir —en tiempo récord de un año— el acueducto El Cuchillo II, “proyecto que los gobernantes de la vieja política mantuvieron guardado en el cajón los mismos años que tengo de edad”, ya que la citada obra debió realizarse desde 1994.
Recalcó que ante el fenómeno del cambio climático se han dado casos de países que se quedaron hasta tres años sin agua y con ello se apagaron naciones completas y se cayeron sus economías.
“México está hoy en su mejor momento, se han alineado los planetas para el país; no había visto ni leído una oportunidad económica como la que hoy tenemos, como para dejar que se nos vaya de las manos por falta de planeación hídrica”, expresó, pues si bien hay otros temas, otros retos, “el agua es clave, porque el agua es vida”.
El precandidato presidencial por MC afirmó que hoy Nuevo León “es caso de éxito en todo México” por las diversas acciones que realizó para enfrentar la crisis hídrica de 2022, como la perforación de pozos, el combate de fugas, un programa de instalación de 3 mil válvulas para modular la presión, el nuevo acueducto El Cuchillo y la construcción de la presa Libertad, que ya empezó a captar agua.
Dijo que en esta entidad y otros estados del norte y noreste hemos vivido con problemas de agua por mucho tiempo, y cada vez se va a poner peor, pero se puede llegar a contar con un sistema operativo de clase mundial que esté a la altura de las circunstancias que se presenten, tal como hoy sucede en Nuevo León.
Pero advirtió: “No hay ducto ni lana, ni presa que resuelva este tema” si no se planea y se trabaja para el futuro, pues hace 10 años en Nuevo León había 4 millones de habitantes y ahora son 6.2, y para 2030 habrá 8.4 millones, pues cada año llegan 150 mil foráneos a trabajar y a vivir en la entidad.
Agregó que —debido a la atracción de inversiones y llegada de nuevas empresas por el nearshoring, combinado con el problema del cambio climático— las cuencas que actualmente abastecen a estados como Nuevo León no van a alcanzar para 2050, y esto obliga a que haya una política de Estado nacional, a repensar cómo enfrentamos el cambio climático y en qué alternativas México está obligado a incursionar.