En lo que fue el cerrojazo del proceso interno de Morena rumbo a las elecciones presidenciales del próximo año, gobernadores, legisladores dirigentes y liderazgos cerraron filas en torno a Claudia Sheinbaum, pero no pudieron evitar que se hicieran presentes dos fantasmas: el de la posible ruptura de Marcelo Ebrard, a quien nunca se mencionó por su nombre, y el de Xóchitl Gálvez, contra la que fueron dirigidos algunos dardos.
Fue una sesión del Consejo Nacional de Morena convocada para ungir oficialmente a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México como la nueva líder máxima del Movimiento de Regeneración Nacional y conductora de la siguiente etapa de la Cuarta Transformación, en la que los morenistas y sus aliados la vitorearon y lanzaron llamados a la unidad.
Arropada por la nomenclatura partidista de Morena, PT y Partido Verde y gobernadores de la Cuarta Transformación, —sólo faltaron Américo Villarreal, de Tamaulipas, y Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí—, con quienes se reunió previamente, Sheinbaum Pardo fue recibida con porras, aplausos y ovaciones por los 280 consejeros nacionales presentes en el inicio del cónclave, entre los que no había ninguno de los diputados o senadores afines al excanciller, el gran perdedor de la contienda.
Quien sí asistió a lo que fue su primera sesión del Consejo Nacional de Morena fue la senadora Nuvia Mayorga, recién incorporada al Partido Verde tras renunciar en julio pasado al PRI. Acompañada del coordinador de su nueva bancada, Raúl Bolaños, a la expriista se le vio muy sonriente y cómoda aplaudiendo los discursos de los líderes morenistas.
En su mensaje, Sheinbaum insistió en que las puertas del movimiento siguen abiertas, mientras que la crítica directa contra Marcelo Ebrard surgió de la voz de Gerardo Fernández Noroña, quien le reprochó que “a estas alturas” siga regateando el triunfo a la exjefa de Gobierno, y lo llamó “irresponsable” por cuestionar el proceso y tensar al movimiento, en lugar de honrar la palabra dada y firmada.
El gran ausente en esta sesión fue el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien extrañamente no acudió a la importante cita, pese a que se le menciona como muy probable coordinador de la campaña de Sheinbaum. Fuentes cercanas al tabasqueño señalaron que no asistió debido a que apenas un día antes se había reunido con ella para refrendarle su respaldo y reconocer su victoria, llamándola incluso “próxima presidenta”.
Sin mencionarla por su nombre, la virtual candidata de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, fue blanco de críticas y descalificaciones en varios de los discursos.
El presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, afirmó que la senadora panista fue impuesta por una cúpula y la describió como “un personaje pintoresco, folclórico y fake”.
Fernández Noroña se refirió a ella como “la señora Gálvez”, para decir que “eso no es lo que queremos para el país”, sino una mujer de izquierda consecuente y comprometida con el movimiento”. Eso sí, fiel a su estilo, el diputado del PT se apuntó para encabezar un Congreso constituyente que elabore una nueva Constitución Política y eche para atrás todas las reformas neoliberales.
Ricardo Monreal Ávila y Gerardo Fernández Noroña, en sus respectivos discursos, también llamaron a la unidad y advirtieron que las elecciones presidenciales del próximo año no serán “un día de campo” para Morena y sus aliados.
Minutos después, vino el momento cumbre de la tarde: la entrega a Claudia Sheinbaum Pardo de la constancia que la acredita como la coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación.
“¡Presidenta!, ¡presidenta!, ¡presidenta!”. “Es un honor estar con Claudia hoy”, se escuchaba mientras que ella reconoció el liderazgo del presidente López Obrador y arengó con el puño izquierdo en alto: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Sheinbaum Pardo se tomó la fotografía oficial con los dirigentes de Morena y 20 gobernadores de la 4T, además de Delfina Gómez, quien tomará posesión el próximo 16 de septiembre como gobernadora del Estado de México.