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Lograr que el proceso electoral camine sin mayores conflictos y obtenga la legitimidad que requiere pasa por el hecho de que el árbitro electoral y la administración federal, incluido el partido en el gobierno, encuentren puentes de comunicación para que se dejen de lado las descalificaciones y, sobre todo, no esté en duda el desarrollo de los comicios, coincidieron analistas.
Lo que está en juego, señalaron en entrevista por separado José Antonio Crespo y Luis Miguel Carriedo, es la continuidad del proyecto de gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, con todo lo que ello conlleva: realización de proyectos y cambios legislativos.
“Lo que está en juego es la mayoría absoluta o no de Morena en la Cámara Baja, y de eso depende que el proyecto de López Obrador pueda continuar para bien o para mal, según el punto de vista de cada quien”, señaló el analista y colaborador de EL UNIVERSAL José Antonio Crespo.
Recordó que el Presidente ha señalado que si su partido pierde la mayoría, su proyecto se queda a la mitad, pero que si logra mantener las curules, continuará con los cambios constitucionales.
“Necesita la mayoría calificada, no absoluta. Si se cae la mayoría, ya sería totalmente distinto, un panorama sin confrontaciones y descalificaciones, ya no podría seguir haciendo lo que quiere”, agregó.
El analista consideró que el hecho de que el proceso electoral inicie en medio de un ambiente de confrontación puede minar la legitimidad de los comicios.
Hay dos árbitros, añadió, el INE y el Tribunal Electoral, “por decir, la mitad obradorista está segura de que el INE está jugando sucio, dicen que ya tomó partido.
“La mitad no obradorista piensa fuertemente que el tribunal [electoral] está del lado del Presidente. Tenemos dos árbitros en distinto nivel, cada uno es percibido como el que está jugando de parte de uno de los equipos, pero equipos contrarios, es el mejor escenario para que unos y otros descalifiquen la validez de la elección”, dijo.
Asimismo, Crespo mencionó que de este proceso electoral puede llamar la atención los conflictos que existen actualmente.
“No sé si con ello habrá más participación electoral, pero sí es algo que está llamando la atención”, apuntó.
Por su parte, Luis Miguel Carriedo señaló que una de las características de este proceso electoral es que se lleva a cabo en medio de una confrontación evidente entre el partido en el gobierno —que tiene mayoría— y la autoridad electoral.
“Es muy importante que encuentren puentes comunicantes y madurez institucional. Los partidos evidentemente están en un momento de efervescencia, de contraste político.
“El INE no tiene que ser condescendiente con los partidos, para ofrendarles algún gesto de buena voluntad, para que se apaguen los humores, pero tampoco caer en la tentación de ser actor”, comentó el experto.