Con la experiencia de haber gobernado Monterrey, la capital industrial de México, y de haber fungido como procurador General de Justicia estatal, Adrián de la Garza Santos busca llegar a la gubernatura de su tierra natal, arropado por la alianza Va Fuerte por Nuevo León (PRI-PRD).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el aspirante resalta, en alusión al gobernador Jaime Rodríguez y a su oponente de Movimiento Ciudadano, Samuel García, que hoy la ciudadanía ya no quiere “un gobierno de improvisaciones o de historias en redes sociales, sino uno que le pueda dar orden y rumbo al estado”.

Sobre sus rivales en la contienda, De la Garza Santos recalca la importancia de que el próximo gobernador sea una persona honesta, con experiencia y la capacidad para dirigir a la entidad.

¿Cómo ve Adrián de la Garza a sus oponentes?

—Tenemos de todo en esta contienda, pero más que opinar, porque tendría mis observaciones, quiero decirle a la gente que me conoce y que sabe que soy un hombre serio, que asumo con mucha seriedad la responsabilidad de gobernar Nuevo León. Así lo he hecho en los puestos que he tenido, siempre a mi mejor leal saber y entender, con resultados claros y contundentes.

Así lo voy a hacer en el gobierno de Nuevo León, regresándole la estabilidad al estado, le voy a dar rumbo, porque eso se va a traducir en inversión y en que se eleve la calidad de vida de la gente, que es uno de mis principales objetivos como gobernador.

A media campaña. ¿Qué piensa de las encuestas que colocan arriba a su adversario Samuel García?

—Son una parte de la campaña. Samuel ha hecho algunas encuestas y hay de un periódico del cual ya sabemos su preferencia, que ha sacado su encuesta.

Yo tengo mis mediciones y también hay encuestas de otros medios y de otras agencias donde estamos nosotros arriba, pero a final de cuentas la más la certera, es la del 6 de junio.

No tenemos duda de que vamos a tener la preferencia de la gente de Nuevo León, porque hemos estado hablando de la propuesta viable, de resultados, de lo que se puede implementar y darle rumbo al estado.

La gente me conoce, sabe que he tenido responsabilidades importantes en el estado, como la de la Procuraduría de Justicia en la peor época de inseguridad, y de la presidencia municipal de Monterrey, que a pesar de su problemática en los dos periodos que pude gobernar, lo hicimos con resultados financieros, de seguridad, economía y programas sociales que han dado solución a los problemas de la gente, y elevaron la calidad de vida de la población.

¿En este proceso puede haber declinaciones?

—Ya no se podrá dar obviamente una coalición en una situación de derecho, se podría dar una coalición de facto, pero la verdad es que no está dentro de nuestra campaña.

Estamos en una alianza PRI-PRD, y en una coalición que aglutina a muchos representantes ciudadanos hartos de la situación que prevalece en Nuevo León, un estado que no ha tenido la oportunidad de hacer inversión importante, en muchos aspectos queda una agenda pendiente... en salud, transporte público, obras para tener agua, y finanzas que están deterioradas.

Muchos ciudadanos se dejaron convencer por declaraciones incendiarias y hasta medio payasas del gobernador actual [Jaime Rodríguez], esperando que fueran garantía de resultados. Ahora, ciudadanos que apoyan la coalición PRI-PRD ya no quieren un gobierno de improvisaciones.

En 2015, la bandera de Jaime Rodríguez fue el combate a la corrupción. No vemos que hoy los aspirantes tomen esa bandera...

—El combate a la corrupción no puede ser la bandera insignia de una administración. Simple y llanamente debe ser un trabajo habitual de la administración. Vamos a combatir la corrupción en el día a día de nuestra administración, pero con banderas y rumbos muy claros.

Economía y finanzas sanas en la administración pública, seguridad para toda la población y programas sociales que ayuden a la gente, sobre todo en tiempos de pandemia, y programas de incentivos que desarrollen la economía del estado.

Esto no quiere decir que no se investiguen y sanciones los actos de corrupción que se hayan dado en esta administración o en cualquier otra. Lo he declarado, no voy a solapar a nadie.

¿Qué puede decirnos de su experiencia en la procuración de justicia?

—Yo asumí la Procuraduría de Justicia en 2011. La peor época de inseguridad se empieza dar en 2010. Asumí para liderar no sólo la procuraduría sino también la mesa de seguridad estatal, que tenía coordinación con la Federación, para solucionar la inseguridad que se estaba presentando.

En esta posición de liderazgo en el combate a la delincuencia hicimos una serie de adecuaciones y trabajo que nos llevó a disminuir los índices delictivos en aproximadamente dos años, para mediados de 2013 ya había índices delictivos que mostraban que se estaba controlando la violencia.

Conozco perfectamente la situación de Nuevo León, cómo es que se fue dando el incremento de la violencia y qué tuvimos qué hacer para que disminuyera. Ahora sé bien lo que tenemos qué hacer para que no se vuelva a presentar una situación de estas.

¿Qué pasaría si llega a la gubernatura un candidato como Samuel García, que acaba de ser denunciado ante la FGR?

—Eso lo tiene que evaluar la ciudadanía, si está dispuesta a darle su confianza. Es una persona que miente con mucha facilidad, oculta situaciones que no sabemos por qué lo hace.

Sabemos de operaciones financieras sospechosas para hacerse dinero, normalmente son operaciones en perjuicio de todos los mexicanos, porque son evasiones fiscales, y una serie de condiciones y de acciones con las que la ciudadanía debemos tener cuidado, porque si así es como ciudadano normal, imaginemos la falta de cuidado que tendría en la gubernatura.

¿Qué piensa de que esté metiendo tanto dinero de él y su familia a la campaña?

—Pues imaginemos cómo le haría para recuperar ese capital, y quién sabe cuántas cosas más. Hay que tener cuidado toda la gente de Nuevo León por los valores que nos caracterizan, no creo que acepten este tipo de acciones y actitudes.

Invertir tanto en propaganda y promoción personal son conductas que causan mucha sospecha, sobre todo porque ya descubrimos que no la brinca sin huarache, que ha usado diversos esquemas para evadir impuestos, para tratar de lavar dinero, como acabo de denunciar en la FGR.

¿Cuál sería su relación con la Federación en materia fiscal?

—Querer salirse del convenio de coordinación fiscal, como plantea Samuel García, es algo no nada más imposible de realizar, no le conviene a Nuevo León porque gran parte del presupuesto estatal se recibe a través de este convenio. Lo que sí, y por eso ha cambiado su discurso, yo lo he dicho, es que tenemos que revisarlo, pero no es la bandera principal, es una más de las cosas que tenemos qué hacer para el fortalecimiento de los ingresos.

Yo tomé la alcaldía de Monterrey [1 de noviembre de 2015] con un presupuesto de 4 mil 500 millones de pesos, con un déficit sostenido de 400 millones de pesos en promedio; cerré la administración con un presupuesto de 7 mil 500 millones de pesos, pagué la deuda que me dejaron con otros proveedores que era de 2 mil millones de pesos, una deuda bancaria de cerca de 200 millones de pesos, logramos que el servicio de la deuda fuera más barato.

Casi duplicamos el presupuesto de Monterrey sin aumentar impuestos, sólo con una serie de acciones para fortalecer los ingresos. Lo mismo voy a hacer con el gobierno de Nuevo León.

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