La delincuencia organizada sigue sin dar tregua no sólo a los candidatos a algún puesto de elección popular, sino también a la población del país en general, ya que desde que se inició el proceso electoral han sido asesinadas diariamente 79 personas en promedio.
Entre septiembre de 2023 y marzo de 2024 fueron ultimadas 16 mil 752 personas, es decir, en promedio matan a 79 víctimas al día en esta campaña electoral, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En este mismo periodo fueron privados de la vida 17 mil 787 mexicanos, es decir, solamente hubo mil 35 muertos menos este año.
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Expertos consideran que mantener esos niveles de violencia implica una intimidación y puede condicionar la participación en el proceso electoral en algunas entidades como Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Chiapas.
El SESNSP resalta que en Guanajuato —de septiembre de 2023 a marzo de 2024— se registraron mil 698 víctimas de homicidio doloso; en Jalisco, mil 63; en Michoacán y Guerrero, 982 cada uno, y en Chiapas fueron 429.
Juan Carlos Montero, profesor e investigador en el Tec de Monterrey, enfocado en temas de seguridad pública, expresa que en teoría debería haber mayor seguridad al existir apoyos gubernamentales, y los candidatos oficiales quieren exponer ese contexto.
“Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, habla de la disminución de homicidios por cada 100 mil personas, es un dato que le conviene; por otro lado, Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, quiere exponer la violencia que hay”.
Sobre la posibilidad de que la violencia afecte las votaciones, el especialista argumenta que dependerá del tipo de agresiones; por ejemplo, en Nuevo León, la violencia se encuentra principalmente en las zonas más alejadas del área metropolitana, detalla.
“Entonces, en Nuevo León no va a tener un impacto en el voto, pero debido a la situación que vive Guerrero, donde observamos agresiones en Chilpancingo, en distintos municipios, o en Chiapas, puede llegar la violencia a tener un impacto en el voto e incluso en estas entidades es probable que en algunas zonas no se instalen casillas.
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“Guanajuato, por ejemplo, la violencia está muy localizada como en Celaya, pero no está generalizada en toda la entidad… hay una mayor percepción de inseguridad”, subraya el especialista.
Armando Rodríguez, experto en seguridad e inteligencia, señala que este periodo implica una intimidación para la sociedad en general y esto puede condicionar su participación en el proceso electoral.
“Eso ya se está documentando respecto a la violencia contra actores políticos, incide en la participación de las personas, ya sea funcionarios de casilla, observadores electorales o propiamente para ir a ejercer su voto”, sostiene. No hay, precisa, una estrategia de seguridad para garantizar condiciones en el proceso y lo único que se ha intentado es tomar medidas para proteger a los candidatos.
David Saucedo, consultor en programas de gobierno y especialista en seguridad pública, indica que las cifras no son confiables al ser proporcionadas por los gobiernos locales. Agrega que en el proceso electoral se incrementa la violencia homicida y el problema es que los cárteles siguen ocultando los cadáveres de las víctimas en narcofosas.
“Vamos a encontrar los cuerpos dos o cinco años después, de acuerdo con el promedio de localización de cadáveres por parte de los colectivos de búsqueda de personas.
“Entonces nos daremos cuenta de que los cadáveres que se encuentren en cinco años fueron las personas que asesinaron este año, pero que no habían sido contabilizadas”, considera Saucedo.
Remarca que el Sistema Nacional de Seguridad Pública no actualiza sus registros y si halla una narcofosa con 50 cuerpos y logra determinar la fecha en que fueron asesinados, las cifras no se actualizan y el sistema se queda con los mismos muertos de hace cinco años.
Rubén Ortega, del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, comenta que en tiempo de votación deberían disminuir los actos de violencia como los homicidios; sin embargo, hay tanto de candidatos como de la sociedad en general.