La crisis política en el estado de Nuevo León que duró seis días y que incluyó una zacapela en el Congreso, dos gobernadores, la renuncia de un precandidato presidencial por Movimiento Ciudadano (MC) y una guerra de insultos y amparos, terminó ayer con la renuncia del interino, que nunca gobernó, Luis Enrique Orozco, así como el aval del Poder Legislativo neoleonés para el retorno, ahora sí legal, de Samuel García Sepúlveda como mandatario constitucional.

El epílogo del Novelón, como lo calificaron los regios con sarcasmo, se dio cuando el Congreso aprobó la renuncia de Luis Enrique Orozco como gobernador interino y la revocación de la licencia al cargo de gobernador constitucional de Samuel García Sepúlveda, con lo que se desactivó el inédito e histórico conflicto en el estado que es el motor económico del país.

Luego de tres días de intentar gobernar y de tratar de entrar a Palacio de Gobierno en Monterrey, el ahora exmandatario interino, el exfiscal Luis Enrique Orozco Suárez, presentó su renuncia al cargo que por designación del Congreso estatal y con el aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pretendió desempeñar a partir del primer minuto del pasado 2 de diciembre.

Orozco Suárez, quien acudió ayer lunes al Congreso del Estado de Nuevo León, expuso las dificultades que enfrentó por la falta de colaboración de los funcionarios del gobierno y para priorizar la gobernabilidad, la paz y el restablecimiento del diálogo.

En la reunión estuvieron presentes los tres poderes del estado, con el presidente del Congreso, Mauro Guerra Villarreal; Arturo Salinas Garza, quien retoma la titularidad del Poder Judicial de Nuevo León y Luis Enrique Orozco Suárez.

Ahí, Orozco Suárez expuso que encontró la sede de gobierno cerrada y no pudo entablar diálogo con García Sepúlveda, por lo que decidió hacerse a un lado.

Argumentó que su designación como gobernador interino fue legal y avalada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Nunca pudo despachar en Palacio de Gobiero el interino

En su mensaje, el ahora exgobernador interino que duró menos de tres días en el cargo y que nunca pudo despachar en Palacio de Gobierno porque le cerraron las puertas, dijo que fue el 29 de noviembre cuando los diputados locales le confirieron esa responsabilidad, la cual incluso fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Lamentó que pese a su nombramiento no se le otorgaron herramientas como un correo electrónico oficial o la atención de los integrantes del gabinete para cumplir con sus actividades constitucionales.

Sin embargo, detalló que tuvo la oportunidad de comunicarse con los presidentes municipales y recorrer en su propia camioneta algunas regiones de Nuevo León para comprobar en qué condiciones estaban sus habitantes.

Por su parte, Salinas Garza indicó que Nuevo León no merece una crisis de gobernabilidad y por eso se reunieron los presidentes de los Poderes Legislativo y Judicial para restablecer la gobernabilidad, la paz y el diálogo entre las instituciones de la entidad.

“Necesitamos dejar atrás el capítulo de las licencias y de los interinatos y pongamos al frente los problemas de seguridad, movilidad y medio ambiente para construir ese estado del que nos sentimos orgullosos”, dijo el titular del Poder Judicial estatal.

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