Chilpancingo.— Hacer campaña en Guerrero es peligroso. En 38% de su territorio existe “riesgo alto” de que un candidato pueda ser agredido. Lo más grave: los hechos lo están confirmando.

En lo que va del presente proceso electoral, dos aspirantes ha sido asesinados; han ocurrido cuatro ataques armados; dos privaciones de la libertad, y 27 abanderados cuentan con alguna medida de cautelar.

Según el Mapa de Riesgo 2021, que elaboró el gobierno de Guerrero con el Ejército, la Guardia Nacional, la Marina y la Fiscalía General de la República (FGR), 31 municipios —38% del territorio— están marcados de rojo, es decir: en el riesgo más alto. En estas regiones operan la mayoría de las 18 organizaciones criminales y los 20 grupos de autodefensas y policías comunitarios.

Estos 31 municipios están concentrados en la región de la Tierra Caliente, Norte, Centro, Acapulco y Costa Grande. En el resto del estado, 19 municipios están en riesgo medio y 35, bajo.

Les quitaron la vida

En lo que va del proceso electoral, en Guerrero han asesinado a dos aspirantes a candidaturas por alcaldías y un operador político de un candidato a gobernador.

El 25 de noviembre de 2020, hombres armados arribaron al negocio de materiales de construcción y asesinaron a tiros al precandidato del PRD a la alcaldía de Chilapa, Antonio Hernández Godínez.

El 22 de diciembre, en dos hechos distintos, hombres armados atacaron a los precandidatos de Morena a las alcaldías de Pilcaya y Taxco, Efrén Valois Morales y Mario Figueroa Mundo.

Valois Morales murió en el ataque, mientras que Figueroa Mundo quedó gravemente herido y responsabilizó del atentado al alcalde de Taxco, el panista Marcos Efrén Parra.

Meses después, el 18 de febrero pasado, fue hallado con señas de tortura en un camino rural el exalcalde de Teloloapan, Pablo Uriostegui Salgado.

Uriostegui era compadre del excandidato de Morena a gobernador, Félix Salgado Macedonio y, en sus últimas declaraciones, dijo ser su operador político en la región norte de Guerrero.

“Voto armado”

Por otro lado, en el estado los ataques armados no han parado, pues por lo menos se han registrado cuatro, más dos privaciones de la libertad. El último ocurrió en Acapulco, donde un grupo armado disparó contra la porra de la candidata de Morena a la alcaldía, Abelina López, cuando se preparaban para ir a un evento.

Antes, el 2 de mayo, a unos 50 metros de la cancha donde el candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cocula, Ulises Ramírez Crespo, realizaba un mitin, hombres armados dispararon al aire.

De este hecho, Ramírez Crespo responsabilizó al alcalde de Cocula, Carlos Alberto Duarte Bahena, quien busca reelegirse como candidato de Morena.

Otro episodio ocurrió el 21 de abril, cuando hombres armados retuvieron por más de una hora a la candidata a diputada local del PRI-PRD por el distrito 21, Flor Añorve Ocampo.

“La interceptaron, la bajaron de su vehículo y luego estuvieron platicando con ella durante una hora y le pasaron un teléfono celular para que se comunicara con una persona que quería hablar con ella”, confirmó una fuente que prefirió el anonimato.

Días antes, la madrugada del 8 de abril, un grupo armado atacó la vivienda de la hoy candidata de Morena a la alcaldía de Eduardo Neri, Guadalupe Deloya Bello.

De acuerdo con el reporte de la policía estatal, alrededor de la 1:00, un grupo armado disparó contra la fachada del domicilio de la precandidata.

Al momento del ataque, Deloya Bello se encontraba en una reunión organizando su registro como candidata de Morena ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC).

El 17 de marzo, el alcalde de Zirándaro, Gregorio Portilo Mendoza, fue privado de su libertad por un grupo armado, junto con dos soldados de la Guardia Nacional que lo resguardaban. Horas después los liberaron.

Protección y amenazas

Este contexto de violencia ha provocado que candidatos hagan campaña escoltados. Por ejemplo, la abanderada de Morena a la diputación local por el distrito 25, con sede en Chilapa, Diana Hernández, hace proselitismo resguardada por dos patrullas.

Diana Hernández es hija de Ranferi Hernández, asesinado hace tres años cuando era precandidato a diputado federal.

Sin embargo, hay candidatos que no pudieron ni siquiera comenzar su campaña. En el municipio de Coyuca de Catalán, en la Tierra Caliente, el abanderado de Morena, Rey Hilario Serrano, renunció unos días antes del arranque, por supuestas amenazas del crimen organizado.

La región de la Tierra Caliente es de las más violentas de Guerrero. Ahí, a inicios de mayo, la planilla completa de MC al ayuntamiento de Pedro Ascencio Alquisiras suspendió la campaña tras recibir amenazas por parte de una organización criminal.

El secretario de Seguridad Pública estatal, David Portillo, informó que 27 candidatos reciben algún tipo de medida cautelar, que van entre resguardo permanente hasta el monitoreo.

En su momento, el funcionario recomendó a los candidatos hacer campaña durante el día y en lugares no tan lejanos.

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