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Académicos, analistas y politólogos sostuvieron que en el tercer y último debate presidencial, realizado la noche del martes en Mérida, no hay un candidato ganador, estimaron que esta confrontación de ideas no repercutirá en las preferencias electorales y anticiparon un arduo trabajo proselitista de los distintos bloques de cara a la jornada electoral del próximo 1 de julio.
Los especialistas Alberto Aziz, Rolando Cordera, Javier Aparicio y Alfonso Zárate opinaron que no hubo un ganador del debate pues Andrés Manuel López Obrador mantuvo una posición inamovible en las preferencias ante los embates de José Antonio Meade y Ricardo Anaya.
Criticaron el formato pues se dio poco tiempo, en algunas ocasiones interrumpido, para que los candidatos pudieran exponer en temas clave como el desarrollo económico y social del país y su inserción en la era tecnológica.
Aziz consideró que el debate, con este formato, trató de ser más ágil e informado pero hubo dispersión al abordar los temas. Indicó que fue previsible que dos de los contendiente fueran en contra del puntero, haciendo que los ataques contra López Obrador se volvieran parte de la lógica del propio debate.
Javier Aparicio consideró que los tres debates fueron mejores que los de anteriores contiendas por la Presidencia, pero el del martes fue "raro" debido a que fue poco tiempo para muchos temas que eran muy importantes. Declinó decir si vio a un ganador.
Rolando Cordera consideró que el debate parecía una entrevista colectiva "bien armada", por lo que se tiene que revisar el formato con el fin de que los aspirantes tengan tiempo para transmitir ideas sobre temas importantes y no expongan generalidades y se enfrasquen en ataques personales que no aportan, dijo, ni al folclor. "Sus consejeros les piden que toquen y se vayan".
Criticó que se haya abordado la posibilidad de reducir impuestos, hacer una reingeniería del gasto o se aprenda a gastar como si el país viviera una bonanza para atender sus temas de salud, educación y desarrollo social.
Alfonso Zárate estimó que no hubo un candidato que haya tenido un desempeño sobresaliente. "Creo que todos llegaron muy preparados, no hablaría de ninguno como el ganador", apuntó.
Tenemos experiencia para saber que los debates difícilmente mueven preferencias, los candidatos llegan entrenados, difícilmente incurren en errores graves y quienes ven el debate recurren a decodificarlo en filias y fobias, dijo.