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Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, busca en el debate contrastar su proyecto con el de sus adversarios y despegar. Confía en que el evento sea un intercambio “muy libre” de ideas que abone al voto informado de los ciudadanos el próximo 1 de julio.
Anaya Cortés dice que, más que preparado para el debate, tiene “muy clara” la propuesta que defenderá este 22 de abril en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México.
El abanderado presidencial de Por México al Frente asegura que hasta ahora no se ha asesorado con nadie en particular.
“Creo que el debate, más que una preparación de frases hechas, debe de ser un ejercicio de discusión, para el cual me siento preparado”, expresa.
Sostiene que él no irá a descalificar, sino a debatir ideas, contrastar propuestas y, sobre todo, a explicar y detallar que el proyecto político que plantea es el más conveniente para el país.
Asevera que entre sus fortalezas está que tiene muy claras sus propuestas y lo que cree que le conviene al país.
Sobre sus debilidades, el candidato responde que confía en que en el debate se privilegien las fortalezas.
Este ejercicio organizado por el INE, enfatiza, es el espacio para poder contrastar propuestas, posiciones, ideas de gobierno.
“De lo que estoy convencido es de que representamos alternativas completamente distintas”, indica.