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Tras la “aplastante” derrota del PRI en las elecciones del pasado domingo, militantes de este partido comenzaron la rebelión a través de la cual critican a la actual dirigencia y urgen a que el organismo político se renueve de manera democrática.
La organización Democracia Interna difundió una carta pública, en la cual culpa al presidente Enrique Peña Nieto de la debacle priísta y convocó a renovar el instituto político con la voz y voto de sus militantes.
César Augusto Santiago, quien ha ocupado distintos cargos en la vida política del país, llamó a que dentro del partido rindan cuentas la dirigencia que encabeza René Juárez Cisneros, así como Aurelio Nuño, quien fungió como coordinador de campaña presidencial, entre otros.
El presidente de la organización adherente México Avanza, Luis Figueroa Solano, envió una carta a Juárez Cisneros, en la cual le pide asumir la derrota como un grito desesperado de la ciudadanía que reclama congruencia. Pidió llevar a cabo encuentros donde los priístas decidan sobre su presente y futuro.
El presidente del PRI, René Juárez Cisneros, se reunió con coordinadores parlamentarios, así como con dirigentes de organizaciones y sectores, a quienes les pidió unidad.
Juárez Cisneros dijo en Televisa con Joaquín López-Dóriga que hacia adentro van a edificar muchas cosas “para acomodarnos de cara al futuro, pero hacia afuera cuando esté el interés de la nación, vamos a actuar con un estricto sentido de responsabilidad”.
Culpan a EPN. En una carta dirigida a militantes y simpatizantes, que se difundió de manera pública, Democracia Interna, que encabeza el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, señaló al jefe del Ejecutivo Federal y a su gabinete de secuestrar al PRI e imponer candidatos que llevaron a la derrota.
“Peña y su gabinete son los principales responsables de esta debacle, como son responsables de abrir el partido a candidatos externos y de cerrar los espacios a la militancia; de imponer decisiones y candidaturas a placer; de promover cambios a los documentos del partido que atentaron contra las posibilidades democráticas con el pretexto de hacer más fácil la toma de decisiones, con frivolidad, con prepotencia, auxiliados por una clase política que se prestó a esa humillación a los priístas; con la complicidad de gobernadores, dirigentes de sectores y organizaciones”, dijo.
Añadió que es necesario esperar a que los ánimos se serenen para que el proceso de reconstrucción se lleve a cabo con equidad e inclusión.
“Perder el gobierno de México es, otra vez, la oportunidad de renovarnos y de presentar un rostro distinto a la sociedad”, consideró.
La organización señaló que dentro de los errores que se cometieron estuvo privilegiar la postulación de jóvenes a gobernadores, sobre todo porque se confundió madurez política con amiguismo.
“La percepción desde la sociedad de un gobierno corrupto aumentó el desgaste del partido que había apenas recuperado la Presidencia. El incremento en la inseguridad y la pobreza, y reformas estructurales cuyos beneficios no sintió la gente, socavaron aún más el apoyo popular al PRI y a su gobierno”, añadió.
Cuestionó el hecho de que se privilegiaran hojas académicas y no la experiencia política.
“Después de la decisión cupular del candidato presidencial, prevalecieron las imposiciones, el amiguismo, el compadrazgo, los caprichos de una clase gobernante insensible y prepotente”, aseveró.
La estrategia de campaña presidencial, mencionó, fue fallida y culpó a Aurelio Nuño y a Enrique Ochoa.
La derrota, agregó, permite ahora recuperarse y reconstruirse. Alertó sobre grupos internos del PRI, encabezados por gobernadores, que quieren apoderarse del partido.
“Que no nos gane una supuesta urgencia que tiene que ver con las necesidades del grupo todavía en el poder y no con la reconstrucción del partido, tan necesaria como el dar tiempo para que se dé en forma ordenada”, apuntó.
Por su parte, César Augusto Santiago, quien postulado por el PRI ha ocupado distintos cargos, exigió que Enrique Peña Nieto, Enrique Ochoa, René Juárez, Aurelio Nuño y José Antonio Meade rindan cuentas por la campaña electoral.
“[El] 15% de una votación histórica es la respuesta a los lambiscones convenencieros que sólo buscan una chamba, un negocio, una canonjía a cambio de lo que sea”, dijo.
A ello, el presidente del Instituto Reyes Heroles del PRI, Paul Ospital, respondió que César Augusto no tiene calidad moral para pedir que se rindan cuentas mientras él no informe cómo ayudó a la campaña presidencial.
Es necesario, dijo, ser autocríticos, pero ante la militancia, no ante una élite política que, a diferencia del actual presidente René Juárez, nunca ha sido cercana a la gente.