Elecciones 2018

Pugna en el PVEM mete crisis en Chiapas

Ante el enfrentamiento entre Eduardo Ramírez, del Verde, y Roberto Albores, del tricolor, las dirigencias tratan de desatorar la candidatura con ayuda de Gobernación

Jesús Sesma, Carlos Alberto Puente y Arturo Escobar, dirigentes del Partido Verde Ecologista de México, realizan negociaciones de alto nivel para tratar de destrabar el conflicto por la candidatura para la gubernatura de Chiapas. (ARCHIVO EL UNIVERSAL)
06/02/2018 |02:34Alberto Morales |
Alberto Morales
Reportero de NaciónVer perfil

alberto.morales@eluniversal.com.mx

El conflicto en Chiapas entre PRI y PVEM para elegir candidato a gobernador ha provocado que se activen negociaciones entre la dirigencia verde al más alto nivel, con la Secretaría de Gobernación, a cargo de Alfonso Navarrete Prida.

Desde hace tres semanas, el gobierno federal y los líderes del PVEM han concretado reuniones para logar una candidatura de consenso y mantener su alianza con el PRI, pero dada la polarización entre el PVEM en Chiapas, encabezado por Eduardo Ramírez, y la dirigencia nacional, no han logrado un acuerdo.

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De acuerdo con políticos chiapanecos, el conflicto se generó porque el PRI dio por un hecho que el PVEM iría con el candidato que les impusieran, y se dio una decisión unilateral a favor de la figura de Roberto Albores Gleason, senador priísta.

“No escucharon al PVEM, y por eso vino el conflicto”, señalan actores políticos involucrados.

A esto hay que agregar que en 2015 el PRI y el PVEM fueron por separado en algunos distritos, lo que generó una competencia desde entonces que ahora se acrecentó.

Por otro lado, el senador del PVEM, Luis Armando Melgar, también juega en este conflicto, y busca ser una opción si no hay acuerdo.

La crisis también tiene implícita una pugna entre Eduardo Ramírez, con el grupo de Albores Gleason, senador del PRI, hijo del ex gobernador Roberto Albores Guillén, que se registró por ese partido como precandidato.

“Se odian a muerte, ninguno de los dos se va a bajar. El primero dice que él debe ser el candidato y el segundo igual, es un odio exacerbado”, señalaron a EL UNIVERSAL fuentes del PVEM.

El jaloneo ha prendido incluso las alertas en el CEN de ambos partidos, en vísperas de que pueda darse un rompimiento que podría beneficiar indirectamente a Morena, de Andrés Manuel López Obrador.

Busca PRI recuperar espacios. José Antonio Crespo, maestro en sociología política e investigador del CIDE, señaló que en elecciones pasadas el PRI dio “mucha cancha y espacios” al PVEM y ahora quiere recuperar esos espacios que consideraban que se les dieron al Partido Verde Ecologista de México de manera indebida.

“Ahora los quiere recuperar y la parte local del verde no está de acuerdo con ello. Al no ponerse de acuerdo con el reparto de candidaturas se separan, eso también está pasando en varias regiones en donde no hay acuerdos y los aspirantes optan por irse”.

El beneficiado, dice, dependerá de hacía donde se vaya el PVEM. “El verde puede fortalecer a las otras alianzas (PAN, PRD y MC, o Morena, PT y PES) y ellos son los que pueden ganar de esta ruptura”.

Acepta que podría haber repercusiones para el precandidato del PRI a la Presidencia, José Antonio Meade, porque no es lo mismo cerrar filas que tener una coalición fracturada, cualquier ruptura perjudica.

Si el resultado de la elección federal del 1 de julio es muy cerrado, los votos que se vayan del PVEM podrían ser determinantes para definir al ganador de los comicios, dice.

Alberto Aziz, profesor e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dice que Chiapas es un claro ejemplo del agotamiento en las estructuras jerárquicas de los partidos, que tienen un debilitamiento y es aprovechado por ciertos actores para rebelarse ante decisiones cupulares.

Es demasiado prematuro, señala, saber a quien beneficiará la crisis en esa entidad, aunque adelantó dos escenarios: “De alguna forma, la afectación directa viene en contra de la coalición PRI-PVEM, porque se está fracturando. Los que pueden ganar son las alianzas opositoras, ya sea la coalición PAN, PRD y MC o la de López Obrador, de Morena, PT y PES”.

Su lectura es que han comenzado a rebelarse los grupos y sectores inconformes: “En el PRI, de forma más soterrada en niveles altos, en el PAN y en el PRD más directamente en los liderazgos intermedios que se están yendo a otras opciones. Curiosamente ahora en Morena pasa lo contario, es decir, está en un proceso de captura de los liderazgos de otros partidos y gente que no tiene militancia”.

Chiapas, precisa, es un “foco amarillo” porque es el inicio de ese proceso de fractura entre el PRI-PVEM que puede generar una elección muy polarizada el próximo 1 de julio.

Negociaciones. Las negociaciones han corrido a cargo de los líderes del PVEM, con el visto bueno de Jorge Emilio González, senador con licencia conocido como El Niño Verde, quien es el líder único de ese instituto, entre ellos el también senador y presidente del partido, Carlos Alberto Puente, además del ex diputado Arturo Escobar, quien tuvo que renunciar a la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana, luego de que el ex titular de la FEPADE, Santiago Nieto Castillo, pidió girar orden de aprehensión en su contra por presuntamente repartir tarjetas de descuento para obtener votos en 2015.

También destaca el coordinador de diputados federales Jesús Sesma.

Por otro lado, en el PRI dialogan el presidente Enrique Ochoa Reza, y funcionarios como Navarrete Prida.

De acuerdo con actores que participan en la negociación, el conflicto trae un asunto de castas. Ambas familias, Albores y la de Eduardo Ramírez son de Comitán, y los primeros siempre han tenido privilegios y los segundos, un origen más humilde.

El odio entre esos grupos se traslada a un escena peculiar: el papá de Albores ha tratado mal a Eduardo Ramírez, señalan. Ramírez ve como responsable a Albores de que lo retuvieran en San Juan Chamula, lo vistieran de mujer y lo desnudaran.

A nivel nacional, Albores Gleason pertenece al grupo de Aurelio Nuño, ex titular de la SEP y coordinador de campaña de Meade Kuribreña.

El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco (PVEM), ha negado que exista conflicto entre el PVEM y el PRI por la candidatura a la gubernatura, y ha dicho que serán las dirigencias las que revisen el tema.

Entrevistado el pasado 30 de enero en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, afirmó que “los temas electorales los están viendo los partidos políticos, tienen mesas de diálogo, no hay ninguna ruptura, sino todo lo contrario”.

La otra ruta. El presidente del Verde Carlos Puente, dijo la semana pasada que existe un convenio de coalición con el PRI en Chiapas para la candidatura a gobernador. Sin embargo, dijo, si no se logra un acuerdo para el método de selección, “pasaremos a otro análisis”.

En la Secretaría de Gobernación, el 1 de febrero, buscaron reunirse con el titular de la dependencia, Alfonso Navarrete, y Puente explicó que se logró construir un convenio de coalición para lograr acuerdos. Negó que haya una fractura dentro del partido en Chiapas, mucho menos con el PRI.

“Más que fractura se especuló que había una decisión previa, cuando ni siquiera había un convenio de coalición. El convenio fue muy claro, transparente, que los partidos están representados para poder tomar la decisión de quién será el candidato”, dijo y añadió que el método para definir al abanderado a gobernador será abierto, por medio de un estudio de enfoque, encuestas, hasta una elección abierta a la ciudadanía.

“Desde el centro, en el verde vamos a respetar la decisión que tomen los militantes en el estado de Chiapas. No hay imposición, hay un convenio, donde se tienen que poner de acuerdo en el método de selección”, dijo.

Negó que se registren más salidas de militantes del Verde en Chiapas.

Actores políticos prevén que el PVEM compita con su propio candidato, en la persona de Eduardo Ramírez, ante lo que consideraron una “imposición” de Roberto Albores Gleason, quien a pesar de no contar con el respaldo del gobernador Manuel Velasco, se registró como precandidato del PRI al gobierno del estado el pasado 22 de enero.

Desde la semana pasada, la dirigencia del PVEM aseguró que la decisión sobre la candidatura la tomará la dirigencia estatal.

Con ayuda de sus dirigencias nacionales, el PRI y el PVEM lograron concretar un convenio de coalición, donde se propone que para definir al candidato al gobierno del Estado se hagan grupos de enfoque y hasta encuestas, para ver cuál es el aspirante mejor posicionado.

“Si no hay acuerdo del método [para el candidato a la gubernatura] será muy difícil para caminar juntos. Ahora, si las dirigencias llegan a un acuerdo en el método y alguno de los participantes no lo comparte y se quiere ir, está en su derecho”, dijo la fuente consultada.

Se conoció que Eduardo Ramírez Aguilar se ha acercado al PRD nacional, incluso ha buscado la posibilidad de competir por las siglas partido del sol azteca en caso de que el PVEM decida respaldar a Albores Gleason.