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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Hacer trampa en la vida o en la escuela es inaceptable y ese principio es el que Filiberto Vázquez Dávila, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aplica para el diseño y la elaboración de una de las herramientas necesarias para garantizar que los comicios electorales de todo el país se lleven a cabo con seguridad y certeza: el pigmento indeleble.
El académico ha dado clases por más de 50 años en el Politécnico y a lo largo de su trayectoria como investigador ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Nacional de Ciencias y Artes, por inventos como la tinta indeleble (2001) que se utiliza en los procesos electorales de todo el país desde hace 23 años.
“Procuro que mis alumnos no me hagan trampa, no lo hacen porque me los ajusticio. Hacer trampa es sacar ventaja ilícita. Ha permeado positivamente en mi vida, nos hemos dedicado por más de 20 años a hacer esto y es prácticamente a lo que me dedico. Desafortunadamente, no todo el mundo vota”, cuenta en entrevista.
Serán más de 30 mil litros de pigmento que elaborará en los talleres de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Politécnico y se distribuirán para ser utilizados mediante 315 mil aplicadores de plástico que llegarán a todo el país, para garantizar que 87.8 millones de mexicanos voten una sola vez en las elecciones presidenciales de julio próximo.
“Cualquier persona que vaya a votar y se ponga esta tinta, es imposible que vuelva a sufragar. Es como un tatuaje parcial que se va a quitar en dos o tres días, dependiendo de la persona. No todos tenemos el mismo tipo de piel, pero sí garantizamos que a todo mundo le va a durar más de 12 horas”, dijo.
Se trata de un pigmento color marrón con un fuerte y penetrante aroma a vinagre que se coloca en los dedos pulgares de los electores, después de que emitieron sus votos, cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL.
Detalló que dado que es un pigmento y no una tinta, la sustancia permanece en la capa más superficial de la piel hasta que, al cabo de varios días, ésta termina por renovarse; sólo así el color sale del cuerpo.
La sustancia penetra en la primera capa de células de la piel, la epidermis, donde no hay terminaciones nerviosas, para que no sea molesto para las personas; el pigmento reacciona y colorea.
La fórmula la desarrolló hace 23 años Filiberto Vázquez Dávila, catedrático de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional, a partir de su experiencia en la elaboración de tintas para la industria. Recuerda que, después de algunos años como investigador, su primer empleo fue en El Gran Diario de México, donde tuvo el encargo de fabricar una tinta.
“Yo empecé a conocer y estudiar las tintas en el periódico EL UNIVERSAL, donde trabajé varios años en las tintas que se usaban para la impresión. Posteriormente me vine al Politécnico y resultó que el Instituto Federal Electoral, ahora INE, quería una formulación indeleble de una tinta.
“Por cuestiones técnicas, las tintas no pueden ser indelebles porque se aplican superficialmente. Se me ocurrió que lo que podía ser indeleble era el pigmentador, gracias a conocimientos de biología y de la estructura química de la piel”, explicó.
Debuta en 1994. Así fue como el ingeniero bioquímico creó la fórmula que se utilizó por primera vez durante los comicios de 1994, donde Ernesto Zedillo Ponce de León resultó electo presidente de México.
En su taller ubicado en el Casco de Santo Tomás, Vázquez Dávila explicó que la diferencia entre este pigmento y otras tintas es que el desarrollado en el Instituto Politécnico Nacional hace una reacción química con la piel que cambia el color de la misma, por lo cual es imposible borrárselo, a menos, aclara, que la persona decida “rebanarse” o “rallarse” una capa de la piel con instrumentos como cuchillos o peladores de papa.
“Aquí se fabrica el pigmentador de piel que se usa en las elecciones. Es un sistema de seguridad que no pinta, pigmenta: la diferencia fundamental es que cuando se aplica, este compuesto reacciona con la piel y la piel se pigmenta de ese color. Cualquier tinta no es indeleble, nada más pinta de manera superficial.
“Cuando el entonces Instituto Federal Electoral [IFE] lanzó la convocatoria, surgió la idea de hacer algo que realmente pigmentara la piel y la hiciera completamente indeleble. Ésta es la fórmula que se ha utilizado durante 23 años”, platicó.
Invento de exportación. Hasta el momento, otros países del continente como República Dominicana y toda Centroamérica, con excepción de Costa Rica y Panamá, utilizan esta fórmula, cuyos principales ingredientes no se pueden revelar porque constituyen un secreto industrial.
El Instituto Politécnico Nacional también comercializa este pigmento para que se utilice en las elecciones estatales y en procesos de otras instituciones, como sindicatos.
Para el próximo proceso electoral, comenta el catedrático, se elaborarán entre 30 mil y 40 mil litros de este pigmento, el cual se distingue en cada proceso electoral con una tonalidad o color diferente, de manera que no se pueda utilizar el mismo color, por decir, en una entidad o en otra.