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“Me sentí muy bien, me parece que lo que debe de ser un debate de ideas y propuestas hoy se logró en EL UNIVERSAL”, manifestó Mikel Arriola Peñalosa.
Minutos después de que concluyera el encuentro con cinco de los siete aspirantes, el candidato del PRI al Gobierno de la Ciudad admitió que sí hicieron falta sus adversarias Claudia Sheinbaum, de la coalición Juntos Haremos Historia, y Alejandra Barrales de la coalición Por la Ciudad de México al Frente, porque para ellas estos son los momentos justos para la rendición de cuentas.
A las candidatas, bromeó Mikel, una vez más se les olvidó que la rendición de cuentas es central sobre todo porque una gobernó la delegación Tlalpan que está en la crisis social y tenía que explicar cómo ejerció sus anteriores cargos.
Barrales tenía que rendir cuentas por sus bienes y especialmente respecto a las cuentas que está entregando el Gobierno de la Ciudad de la cual ella es parte, acentuó.
“Siempre es importante que estén todos, pero más allá de eso aquí lo que sobraron fueron ideas y propuestas y muchas coincidencias. No hubo descalificaciones y acciones, aquí la gente se va dar cuenta de que hubo un objetivo real de mejorar la ciudad”.
Arriola destacó que los gobiernos son para servir y que él en 16 años de trayectoria no tiene cola que le pisen, a diferencia de los partidos de la izquierda —PRD y Morena— que son ejemplo claro del cacicazgo y el estancamiento social y económico.
Seguro de sí mismo, el abanderado del PRI propuso mejorar la capital del país reduciendo el delito hasta en 50%, regresar a la familia la tranquilidad y los servicios básicos para una mejor calidad de vida.