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Entre 2006, 2012 y 2018 sí hay un cambio en Andrés Manuel López Obrador y no por un sentido “camaleónico”, simplemente por las circunstancias, considera el ex panista Abraham González Uyeda.

Ex funcionario federal en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, el empresario tapatío volteó al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

En 2006 prestó su rancho en Guadalajara, Jalisco, para que Calderón destapara su aspiración presidencial. Fue subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación y en 2014 renunció a su militancia panista.

“Existía una fuerte tendencia a la pérdida de identidad”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.

González Uyeda subraya que su adhesión al proyecto de López Obrador es en su carácter de empresario, no se afiliará a Morena.

“La decisión de sumarme la tomé hace unos días, no tuve pláticas con nadie más”, relata.

¿Cómo se pasa de prestar el rancho para el destape de Felipe Calderón en 2006 a apoyar a quien acusó al ex líder panista de robarse la Presidencia?

—Partamos del hecho de que en 2014 yo me retiré prácticamente de la política, renuncié al PAN por múltiples razones, pero una de ellas tenía que ver mucho con concentrarme en la actividad empresarial a la que me estoy dedicando, y dos, porque existía una fuerte tendencia a la pérdida de identidad y de principios que movían al Partido [Acción Nacional].

No creo que en este momento esté en conflicto con mis convicciones y mi ideología, porque estamos partiendo de que es una plataforma industrial que permita a Jalisco incluirse en el desarrollo del país y vemos en la plataforma de López Obrador oportunidades importantes en la que existe una visión de ciertos conceptos, en los cuales, por ejemplo, Jalisco es muy fuerte en las áreas de avance tecnológico e innovación.

Nosotros vimos y platicamos con López Obrador, ya en el detalle de la política industrial, lo que propone, hay muchas cosas en las que Jalisco puede participar y hay varios empresarios que empezamos a ver de fondo, al margen de todo lo que se habla en una campaña electoral.

Lo que vemos es que hay un proyecto específico, planes específicos de desarrollo sobre esos puntos, en los que consideramos que Jalisco puede ser protagonista, puede colaborar de manera seria, contundente, en el desarrollo de un proyecto como el que encabeza López Obrador, por eso nos sumamos de forma contundente, ello desde la visión de los retos que tiene México hacia las nuevas demandas del consumidor, las que tiene el país en el mundo de la competencia [industrial].

El empresariado aglutinado en organismos ha catalogado mal a Andrés Manuel López Obrador...

—Lo pondría de esta manera: no podría hablar del empresariado, creo que en la masa de empresarios que conformamos la base productiva habemos diferentes visiones de cómo se deben afrontar los retos que tiene México hacia el futuro.

Para mí ese pleito que se dio o esa discusión entre un grupo de personas, que sin duda alguna son empresarios y tienen su importancia y trascendencia, con López Obrador fue —en estricto sentido— un grupo de inversionistas, un número definido contraviniendo una discusión que incluso no fue de carácter de desarrollo del país, sino fue una disputa sobre una circunstancia que tenía que ver con un tema de política: si se habían reunido para tener una acción política en contra del candidato.

Es discusión de carácter político, yo hablo de la parte del progreso industrial y estoy plenamente convencido, no sólo yo, hay muchos otros industriales que comparten conmigo que podemos sumarnos al proyecto industrial que tiene López Obrador y contribuir y sumar a esta visión que se tiene para el avance del país.

No es un tema de grilla, lo vemos al margen y fuera de todo este ruido que se está generando. Cuando se habla de esos pleitos cupulares nosotros [los empresarios] queremos hacernos a un lado.

¿Se suma usted más en su carácter de empresario ya no de político?

—No soy un activista que va a ir [con Morena] a pegar calcomanías, soy alguien que comparte una visión de desarrollo, alguien con mucho más en la parte del progreso de México, de compartir los retos que tiene el país y de cómo se deben de atajar desde la parte productiva.

¿Qué cambió para usted entre 2006 y 2018, estaba en el PAN y hoy se va con el tabasqueño?

—Los niveles de corrupción y de impunidad han venido a dar al traste a este país. Estoy convencido de que hay una gran cantidad de problemas, no que se puedan resolver al 100%, no creo en fórmulas mágicas pero sí estoy persuadido de que hay una gran cantidad de problemas que se pueden resolver a partir de tener un gobierno honesto, de la certeza que pueda tener el ciudadano de que la ley se va a cumplir, que hay un Estado de derecho; desterrar la impunidad.

En una relación de personas ¿a quién respetas más: a alguien que conoces por pillo o a alguien que conoces por honesto? Cuando nosotros vemos las tablas, en qué lugar de corrupción e impunidad se encuentra México a nivel mundial, claro que la gente nos ve con poco respeto. La gente nos ve y trata conforme esa percepción [de los gobernantes].

Cuando proyectamos honestidad, transparencia y somos tal cual somos, damos o iniciamos una buena relación, damos un buen paso, iniciamos con el pie derecho porque la gente nos está viendo bien. En las relaciones personales, nacionales, institucionales e internacionales, cuando te ven como persona honesta empiezas con el pie derecho.

¿Qué pasó en el PAN? Nunca ha visto bien a Andrés Manuel, hoy incluso ex presidentes del partido [Manuel Espino y Germán Martínez] se unieron a López Obrador ¿Por qué ahora ven bien al fundador de Morena que sigue siendo el mismo?

—No puedo hablar por nadie, participé en una campaña, fui coordinador nacional con la campaña de [Felipe] Calderón y entiendo cuáles son los temas de competencia. En política entiendo que no hay nada de carácter personal y habrá algunos puntos en los que quizás no se comparta y que no necesariamente se puedan en este momento compartir, pero lo que sí es cierto es que también no necesariamente en todos los puntos se discrepa, y hay puntos en lo que yo estoy perfectamente alineado en lo que se está hablando.

Creo que hoy Andrés Manuel es el candidato que está hablando con más claridad sobre los temas de corrupción, de impunidad, cómo arrancarlos. Es el que expone a una propuesta de gabinete a todos los mexicanos y que ahí los ha tenido, los podrán señalar de falta de experiencia a algunos, pero nadie los tacha de corruptos, de que hayan tenido un comportamiento deshonesto y eso significa mucho para mí.

Sí quisiera que del otro lado me dijeran con quién gobernarán. Porque es un nivel de cinismo con el que asaltan las arcas públicas, se ha rebasado el nivel de enojo del ciudadano.

El punto de quiebre en las elecciones, a pesar de lo complejo que es el tema de seguridad u otros puntos sociales, la corrupción e impunidad es lo que mueve la conversación de esta elección, porque es la consecuencia de muchos males que tenemos. Queremos darle la vuelta a la hoja.

¿Ricardo Anaya, el PAN, para usted no son opción?

—Simple y sencillamente no voy a decir si Ricardo Anaya representa una cosa u otra, la opción y quien trae una propuesta y no tiene atajos para platicar y para hablar de frente en los temas en combate a la corrupción es Andrés Manuel López Obrador, por eso estoy haciendo una apuesta sobre ese candidato.

No voy a entrar en la calificación de los otros candidatos, hoy tomo una decisión en función de lo que para mí es el problema mayúsculo de México que se debe atacar. Quien habla de eso sin tapujos es López Obrador.

¿Sí vio un cambio en Andrés Manuel, su proyecto de lo que fue en 2006, 2012 y hoy?

—Es normal [la transformación], y no es porque sean [cambios] camaleónicos, al contrario. Sí.

La realidad, yo lo digo así, lo veo desde el punto de vista de los empresarios, y nosotros dejamos de ser competitivos porque no estamos escuchando las necesidades del consumidor y nos debemos a él.

Los políticos deben manejarse igual, deben escuchar al ciudadano, entender qué les duele, para presentar propuestas que solucionen esos problemas y que Andrés Manuel, a través de todos estos años ha venido recorriendo todos los rincones del país, conoce lo que le duele al país, habla el lenguaje del país en términos de lo que debe de resolverles, y eso obviamente va dando sensibilidad.

Margarita Zavala no está en la contienda. ¿En algún momento hubo algún acercamiento de ella para con usted o del ex presidente [Felipe] Calderón?

—Esa decisión la tomo en estos días. Me alejé de la actividad política y me pongo a observar todo esto. Pero ante la polarización y urgente necesidad que veo en México de la atención de un problema tan grave, tan estructural como es el tema de la corrupción e impunidad, decidí que no podía quedar al margen, y no pensando como activista político, sino como un ciudadano que ha experimentado diferentes trincheras, platicando con amigos empresarios en el estado y teniendo esas coincidencias, decido dar este paso de manera abierta. La corrupción nos cuesta un dineral.

¿No tuvo acercamiento con otras propuestas políticas?

— No, he estado dedicado 100% a los anaqueles.

¿Se va a afiliar a Morena?

—No, mi proyecto tiene que ver con la posibilidad del protagonismo que pueda tener Jalisco desde su visión empresarial y capacidades industriales y productivas en el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

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