diana.fuentes@eluniversal.com.mx
A menos de tres meses de que concluya la séptima y última Asamblea Legislativa, para dar paso al Congreso local, el presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna Estrada, rechaza que se haya sacado la rifa del tigre con este cargo, aun cuando, dice, su nombre está envuelto en la calumnia por el tema de la Ley de Reconstrucción de la Ciudad de México.
Acentúa que esta Legislatura fue muy distinta a las anteriores porque hubo pluralidad, pero reconoce que fue complicada debido a que el PRD no era mayoría y había que construir acuerdos con otros partidos. Sostiene que Morena representó un riesgo para este parlamento.
Desde su oficina del Zócalo, con un refresco light en mano, Luna asegura a EL UNIVERSAL que uno de los momentos más cruciales de este periodo legislativo ha sido la creación de la Ley de Reconstrucción, luego del sismo del 19 de septiembre.
Acusa que Morena confundió y tergiversó a la ciudadanía sobre un supuesto secuestro de recursos públicos por tres asambleístas —dos del PRD y uno del PAN— a través, comenta, de una estrategia político-electoral “muy bien” elaborada para dañar la imagen pública y personal de los legisladores en cuestión.
El también coordinador parlamentario del PRD en el órgano legislativo dice que tiene las pruebas para asegurar que el oficio que apareció hace unos meses en redes sociales, donde se aseguraba que recursos públicos serían utilizados del fondo del artículo 14 para la reconstrucción para tabletas, tenis o pants, fue falso.
“No digo que sea una ley que no sea perfectible, hay que revisarla y se tendrán que hacer las modificaciones correspondientes, pero de eso al secuestro es una verdadera difamación que ya fue denunciada”, enfatizó.
¿Considera que esta Legislatura tuvo constantes errores?
—En toda Legislatura hay observaciones por parte del Gobierno. Me parece que han sido años de mucho aprendizaje, yo fui diputado en la Quinta Legislatura; es decir, llegue con el conocimiento pleno de los procesos legislativos y de cómo se construyen los acuerdos al interior de un órgano como éste. Fue complicada en términos de los acuerdos, por la pluralidad misma y por la composición, requirió de mucha tolerancia, del oficio político de los coordinadores de los grupos parlamentarios. Además, fue una legislatura a la que le correspondió el tránsito político administrativo del Gobierno de la Ciudad, de los gobiernos delegacionales y de la propia Asamblea a un modelo diferente. Me refiero en particular a la elaboración y aprobación de la Constitución de la Ciudad de México.
¿El grupo parlamentario de Morena representó un riesgo para esta VII Legislatura?
—Por supuesto que sí, porque trató de detener temas importantes y trascendentales de esta Ciudad, tales como el presupuesto, la legislación secundaria y la ley de reconstrucción, entre otras cosas más.
El coordinador parlamentario de Morena, César Cravioto, dice que los mayoritearon, que no pudieron hacer nada desde un inicio
—Morena buscó siempre cuestionar, criticar, actuar con dolo sin tener la responsabilidad de participar en las discusiones formales de la Asamblea Legislativa, aprovechaban cualquier tipo de situación para escandalizar y para politizar. Desde algo tan de pronto simple como las oficinas y ahora con el tema de la reconstrucción; lo cierto es que no participaron en la elaboración de la ley ni tampoco en la del decreto de presupuesto, entonces fue una constante. Sin embargo, sí pudimos acordar con los distintos grupos parlamentarios, la coalición PT, Humanista y Nueva Alianza participó con nosotros en muchas decisiones, el PAN y PRI también, Movimiento Ciudadano y el PES, que era una bancada y luego se desintegró.
Mucho tiempo estuvieron divididos. Era complicado acordar con Morena porque había dos grupos, uno con mucha influencia, de Martí Batres, y otro con la de Ricardo Monreal. No estábamos hablando de un grupo parlamentario sino de dos.
A esta VII Legislatura se le acusa de haber actuado siempre por consiga y a petición del mandato del Ejecutivo de la Ciudad.
—No pudiera de pronto pensar que hubiera una separación entre el Legislativo y el Ejecutivo, tienen que trabajar de manera coordinada y armónica, cada una en términos de sus facultades. Si de pronto se aprueba una ley sin considerar una ruta financiera, quiebra la Ciudad o la economía, por eso son muy peligrosas las ocurrencias, por eso es muy peligroso el populismo. La política y el parlamento no son un juego sino un asunto serio donde las decisiones afectan a muchos. Pero Morena se equivoca desde la elección de legisladores por tómbola, está bien si viviéramos en el Siglo III romano ateniense.
Desafortunadamente muchos han hecho cosas que han denigrado a la actividad política, pero ésta tiene un sentido y un objetivo, que es justamente el buscar servir, así veo yo a la política, el cómo servir, el cómo ayudar, cómo coadyuvar en primera instancia y la política es un aprendizaje permanente, cada día se aprende algo novedoso, se aprende de los errores, de los fracasos y también, por supuesto, se aprende de los triunfos o éxitos.