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El candidato del PRI a la jefatura de Gobierno, Mikel Arriola Peñalosa, adelantó que el 1 de julio será una jornada cargada de amenazas a la gente y compra de votos por las estructuras clientelares del PRD y Morena, por lo que llamó a las autoridades a poner especial atención.
Por ello, mencionó que antes de aceptar una derrota primero se verá cuáles son los resultados. “Si hay una causalidad entre un voto, una compra y un ilícito se tendrá que analizar, sin duda”.
Al participar en el foro con los candidatos a la jefatura de Gobierno de la Ciudad organizado por EL UNIVERSAL, Arriola Peñalosa comentó que se percibe una contienda complicada, pues las calles estarán cargadas de esta intencionalidad de amenazas hacia las personas.
Frente a Layda Negrete, Salvador García Soto, Esteban Román, Jesús Caudillo y Jorge Ramos, colaboradores de El Gran Diario de México, el abanderado del PRI habló sobre los derechos adquiridos en la capital del país, mismos que se comprometió a respetar, aunque en algunos casos no los comparta.
Reforzar seguridad. Con un “que se sienta la fuerza del Estado para combatir la violencia” es como Mikel Arriola se comprometió a devolverle a los capitalinos la seguridad en casa, transporte y calles de la Ciudad.
Se pronunció por realizar operativos con el Ejército y la Marina, aunque rechazó que se trate de una militarización o, incluso, de llegar a un Estado de sitio.
“Urge parar la epidemia con inteligencia, no militarizar la Ciudad, pero sí tomar medidas extremas, con una recomposición institucional que implique reformar toda la policía y a los mandos corruptos sacarlos”, argumentó.
El candidato planteó la creación de una agencia de inteligencia que opere como el FBI en la capital del país.
El propósito es impedir que crezca la delincuencia y, según estudios hechos por su equipo, esto se podría lograr con una oficina de investigaciones criminales.
Es más, dio por hecho que con un sistema de inteligencia como el de Estados Unidos “te conviertes en el jefe de una policía poderosa, que se podría utilizar para combatir el crimen organizado en la capital del país”.
Precisó que en México la institución más respetada por la sociedad es la Secretaría de Marina, a la que 86% de las personas la respalda; mientras que la policía de la Ciudad es la que cuenta con sólo 16% de aceptación.
Consideró que el narcomenudeo es uno de los problemas que desatan la comisión de otros delitos, postura que polemizó con la colaboradora Layda Negrete, quien consideró que existen otros detonantes para detonar este tema.
Política social. Mikel Arriola aseguró que en 20 años los programas sociales en la Ciudad no han servido para reducir los índices de pobreza y marginalidad.
Tampoco han funcionado para disminuir la brecha del desempleo, al grado de que el Gobierno capitalino, en lugar de mejorar la situación económica de los capitalinos, mandó a 2.4 millones de personas a la pobreza.
Para revertir esta situación, se comprometió a otorgar programas sociales focalizados, como el transporte público gratuito a los jóvenes, ofrecerles un trabajo antes de que concluyan su carrera, titulación gratuita y créditos para vivienda una vez que acaben la universidad.
Esteban Román, subdirector de Opinión de EL UNIVERSAL, preguntó cuál sería la fórmula para revertir los programas sociales que en mayor medida son populares, como el Programa de Pensión Alimenticia o la Universidad de la Ciudad de México, donde sólo cinco de cada 100 egresan: “¿Fue dinero bien invertido?”.
El ex titular de la Cofepris se dijo convencido de las trasferencias de efectivo a las personas porque sacan de la pobreza y hay evidencia, particularmente de los grupos que carecen de ingreso: jóvenes y adultos mayores.
Arriola recalcó que el gran cáncer que ha afectado la capital se llama clientelismo, porque es justo ahí cuando se desvirtúa la política social.
Recomponer el tejido social. Ante la inquietud del colaborador de esta casa editorial, Jesús Caudillo, por saber la manera en cómo transformar la descomposición que impera en la actual sociedad, el candidato del PRI expresó que “lo que tenemos que hacer de manera inmediata es atacar los focos rojos que son claros en el narcotráfico y crimen organizado”.
¿Y qué pasa en aquellas zonas donde no entra la policía? ¿Cómo retomar esos territorios abandonados o perdidos donde se ha generado autogobiernos?, atajó Salvador García Soto, autor de la columna Serpientes y Escaleras.
El candidato insistió en que llegó la hora de entrar a esos espacios con operativos en los que intervengan fuerzas federales, para desarticular las bandas del narcotráfico.
De inmediato fijó postura la colaboradora Layda Negrete: “Estás planteando una política tradicional como la ha llevado el gobierno federal, que es de repatriar a las personas que se dedican a ello, cuando en realidad es un mercado. La política de decapitar capos , de atrapar o controlar cárteles sólo ha generado más violencia”.
Arriola Peñalosa manifestó que hay otros problemas que también aquejan a los capitalinos, como es el robo en transporte público, pero muchos delitos que se cometén los genera el narcomenudeo.
Al ser cuestionado acerca de la ausencia de líderes de su partido y de si no lo habían dejado solo, el candidato del trocolor a gobernar la Ciudad de México mencionó que se siente “arropado, pero necesitaba más ropa ciudadana”.
Aclaró que José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia de la República, también ha estado a su lado y el hecho de que no aparezcan juntos seguido se debe a las distancias y por logística de sus campañas electorales.
Contundente, precisó que Meade es un personaje que suma, “y mucho”, en su trayectoria política.