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Guadalajara.— Durante el primer debate entre candidatos a gobernador de Jalisco, los siete participantes se acusaron entre sí de ser en realidad priístas y representar a un sistema corrupto, además de esbozar algunas propuestas similares sobre transporte público, medio ambiente, desarrollo económico, empleo y salario.
El emecista Enrique Alfaro arremetió contra el abanderado de Morena-PT-PES, Carlos Lomelí Bolaños —su más cercano contendiente según las encuestas— y afirmó que a pesar de presentarse como alguien que lucha contra el sistema, en realidad es parte de él, pues sus empresas han ganado alrededor de 2 mil 300 millones de pesos en contratos con el gobierno federal.
Señaló que incluso lo demandará penalmente por un supuesto contrato irregular con pensiones del estado por más de 500 millones de pesos; después, dijo, se dedicó a administrar su ventaja minimizando los señalamientos en su contra.
Lomelí, por su parte, intentó mimetizar su discurso con el de Andrés Manuel López Obrador y dijo ser víctima de guerra sucia por parte de todos sus adversarios, quienes en reiteradas ocasiones se refirieron a él como corrupto por hacer negocios inmobiliarios y tener empresas que tienen contratos con gobiernos.
El priísta Miguel Castro retó a sus oponentes a someterse a una prueba de polígrafo, uso de drogas y salud mental, además de hacer público ante representantes de la sociedad civil todo su patrimonio.
El panista Miguel Ángel Martínez utilizó las mismas acusaciones que el resto de los candidatos contra Alfaro y Lomelí. Consideró que el priísta Castro ignora la realidad del estado al proponer una nueva universidad pública, pues cree que sólo existe la UdeG.
La candidata de Nueva Alianza, Martha Rosa Araiza, acusó que todos sus contrincantes han formado parte del gobierno y han fallado.
El perredista Carlos Orozco, se enfrascó en una serie de acusaciones con el candidato de Morena y ambos mostraron fichas signaléticas para comprobar que el otro fue detenido alguna vez.
Por su parte, el abanderado del Partido Verde, Salvador Cosío, se quejó de los temas del debate porque dijo que no se incluyó la seguridad, por lo que guardó un minuto de silencio.