CDMX.- Especialistas en marketing y ciencia política coincidieron en que los jingles (canciones) que se transmiten de Ricardo Anaya , candidato a la Presidencia de la República , y Alejandra Barrales, candidata a jefa de gobierno de la Ciudad de México por la coalición “Por México al Frente” pese a que tienen formatos similares no han funcionado igual por el tipo de candidatura que busca cada uno.

Alejandra Barrales y Ricardo Anaya

tienen un jingle, tema musical breve que se usa con fines publicitarios , como parte de su campaña electoral , en los que el elemento que más destaca en las canciones de ambos candidatos es el recurso de la repetición de su nombre .

En su respectiva canción se escuchan sus nombre musicalizados con melodías coloridas: “Ale Ale Ale Barrales” y comienza con la frase “Los necesito con coraje, los necesito con amor a esta ciudad ... nos une el amor por la ciudad”, en el jingle de Anaya la constante repetición se centra en su apellido “A A A Anaya” y resalta la frase “el pasado fue negativo, vamos al frente piensa positivo”, se escucha.

De acuerdo con los especialistas la finalidad de un jingle es que sea pegajoso “la gente se aprende la canción, la canta y se conoce de boca a boca”, pero consideraron que esto solo le podría funcionar en poca medida a Alejandra Barrales mientras que a Anaya no le aporta nada diferente a su campaña.

La asesora en imagen pública, Dana Landa, explicó que aunque ambos candidatos sean de la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, cada uno representa un caso diferente, porque Ricardo Anaya busca la Presidencia, y en las encuestas ocupa un segundo lugar, pero el jingle no lo colocó ahí y para Alejandra Barrales que busca una gubernatura la canción sí la lleva a cierto posicionamiento en el desarrollo de su campaña, porque el impacto es local.

“Para Anaya la canción solo es un complemento de su campaña, si es una canción bien pensada, con ritmo pegajoso y la gente se familiariza con ella puede ayudar, pero no creo que una canción ayude para ganar”, dijo Landa.

Ulises Corona Ramírez, analista político y académico de la UNAM señaló que en términos de marketing ambas canciones cumplen con su objetivo, en mayor medida la de Barrales, porque es pegajosa y bailable provocando gracia a la gente, pero además tocan temas de de unidad, hablan sobre México y mencionan el triunfo de su coalición.

“En particular la canción de Barrales juega con el ritmo de la cumbia que identifica a la Ciudad de México, musicalmente funciona porque la cumbia es un compás ad hoc y pondera a Barrales en la opinión pública”, explicó Corona Ramírez.

Ulises Corona señaló que ambas canciones llevan el mensaje porque mencionan, la unión de México y mencionan el posible triunfo de la coalición aspiran a ser alentadoras y denotan alegría y gusto.

Expresó que en este proceso electoral se ha caracterizado por el ingenio propagandístico, los jingles tienen por característica ser fáciles de recordar, una tonalidad y un mensaje político.

“Las canciones son motivadoras, son sensacionales porque ambas causan emociones como alegría y satisfacción generan un concepto de similitud entre ambos candidatos y para efectos de marketing lo que importa es que votes, y el electorado de Barrales por simpatía votarían por Anaya y viceversa”. expresó el analista político Ulises Corona.

Dana Landa explicó que el recurso de hacer una canción funciona especialmente con Barrales, porque la posiciona como una “jefa”, pero finalmente es confuso el mensaje, pese a que los dos candidatos pertenecen a la misma coalición tener una canción les funciona de manera diferente por la candidatura a la que aspira cada uno.

“Logra el cometido porque la canción como tal se queda pegada,Alejandra Barrales sí la ha hecho parte de su campaña, pero el mensaje es poco claro, al contrario para Anaya el jingle no le da ni le quita, es un producto que hicieron como parte de la campaña, pero realmente no crea un diferencial”, dijo Landa.

Landa explicó que si bien la canción cumple el objetivo en tanto que es pegajoso, es pintoresco y mezcla elementos musicales de la cumbia con el contexto popular, no refleja propuestas ni ayudará a posicionar en gran manera a la coalición.

“El jingle de Alejandra Barrales es pegajoso, sí, fue hecho para quedarse en la cabeza de las personas, pero el mensaje no es para nada claro, falta especificar que ella quiere ser la líder, y que nos va a llevar a conseguir los ideales, Barrales hace un juego de palabras entre jefa y mamá,no sé qué tan eficiente pueda ser al final del día, todos ya tenemos una mamá y esto podría ser una navaja de doble filo”, explicó.

“El jingle de Anaya no es pegajoso, no es llamativa solo es un producto de la campaña hecho como requisito, pero no es algo que vaya a ayudarlo ni afectado, simplemente no figura”, sostuvo Dana Landa.

En términos de propuestas, Roberto Duque Roquero, experto en temas electorales y académico de la UNAM dijo que “el contenido es completamente vacío, no me parece que sea la forma correcta de llamar la atención del electorado”.

Roberto Duque Roquero criticó que se esté haciendo contenido de esta forma y sea financiado con el erario público, se han destinado millones a las campañas, y como resultado se está viendo a los candidatos como productos y al elector como un consumidor pero que carecen de contenido, explicó.

Consideró pobre a una campaña política que tenga que recurrir a esta clase de estrategias, ya que “el contenido de las campañas electorales ha dejando mucho que desear, incluso desde la fase de precampañas, lo que deberían estar contrastando son proyectos para el país, políticas públicas, un planteamiento respecto a los problemas nacionales e ideas para su resolución”, señaló, pero al contrario se están financiando canciones.

Con frecuencia , en temporada de campañas, los mexicanos somos testigos de propaganda polìtica, entre ellas hacer una canción es una técnica de marketing que, explicó Duque, difícilmente funciona más allá de contagiar el ritmo porque carecen de propuestas.

“Es penoso que cantidades extraordinarias en millones de pesos sean para hacer contrataciones multimillonarias para esta clase de campañas y promocionales. No creo que ese sea el mejor destino para los recursos públicos que se otorgan a los partidos políticos”, sostuvo Roberto Duque.

Explicó que la fórmula que están usando con regularidad es preocupante porque solo pretenden conmover o tocar a los electores, “es un modo de ver muy burdo, donde se trata al elector como tarado”, dijo Duque.

El también experto en derecho señaló que el posicionamiento de las campañas tiene que derivar de propuestas donde se atiendan problemáticas de la ciudadanía y “no de esta clase de estrategias que caen en la frivolidad y que son muy vanos, de muy baja calidad y de un contenido paupérrimo”.

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