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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
Ante el incremento de la inseguridad en la Ciudad de México, el candidato del PRI a la jefatura de Gobierno, Mikel Arriola, advirtió que es momento de hacer sentir la fuerza del Estado para enfrentar a la delincuencia organizada que opera.
También planteó constituir una agencia de inteligencia, “una especie de FBI en la capital del país”, que ponga freno al crimen organizado.
Arriola insistió en la necesidad de llevar a cabo operativos especiales con la Secretaría de Marina, el Ejército y la propia policía capitalina para desarticular las bandas del narcotráfico, sin que ello implique militarizar las calles. “No se trata de convertir un estado de sitio”, aclaró.
A lo largo de su participación, también habló sobre los programas sociales que, a su consideración, no han funcionado en la Ciudad de México desde hace 20 años.
Aseguró que la izquierda, encabezada por el PRD y Morena, se ha dedicado a repartir estos apoyos con fines electorales, sin generar resultados positivos para combatir la pobreza y la desigualdad.
No obstante, aclaró que de llegar a la jefatura de Gobierno marcará la diferencia con la entrega de apoyos sociales focalizados, como transporte público gratis, trabajo para jóvenes antes de que concluyan su carrera, titulación gratuita y créditos para vivienda, una vez que acaben la universidad, en contraste al condicionamiento por los votos.
Argumentó que la ciudadanía está cansada de políticos corruptos y, aunque aclaró que no lo dice como retórica, él no llegará a gobernar la capital del país por dinero.
“A mí no me han cuestionado por mi patrimonio ni porque compro relojes millonarios o ranchos. El dinero me vale gorro”, dijo.
Al mismo tiempo se deslindó de los Duarte y Borge, que aseguró que representan un lastre para el partido político que los impulsa.
El candidato de la familia se autodefinió como un hombre provida y provalores, que siempre será respetuoso de todos los derechos consagrados, pero dijo que para sacar adelante a esta capital es necesario recuperar a la familia.
Se comprometió a no realizar reformas legales en torno a los derechos adquiridos en la Ciudad de México. En el caso de la interrupción legal del embarazo comentó que buscará equilibrar la posición del gobierno de la capital del país.
Consideró que la transparencia es fundamental en esta ciudad invadida por la corrupción, de ahí que siempre fijó su postura personal. Resaltó que la solución de los problemas que aquejan a la capital no sólo está en el funcionario.
Un ejemplo claro, expuso Arriola Peñalosa, fue el tema de la reconstrucción después de los sismos de septiembre del año pasado.
“En San Gregorio, en Xochimilco, la única que ha ayudado a reconstruir las casas dañadas es la Fundación Slim, mientras que las autoridades, a casi nueve meses, no han hecho nada”, comentó.
Sobre el partido que lo abandera y que por algunos sectores es cuestionado, recalcó que en ningún momento lo ha dejado solo, incluso personajes que se habían mantenido distantes por ciertas causas.
Reconoció que José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia de la República, también ha estado a su lado y que él le suma.