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Durante esta jornada, la falta de boletas generó protestas y conatos de riña en casillas especiales donde electores exigen a los funcionarios ciudadanos que los dejen votar.
Por ejemplo, en la casilla especial 1 de la sección electoral 0385, localizada en la biblioteca José María Pinosuárez en la ciudad de Villahermosa, los funcionarios de casilla tuvieron que pedir a la policía federal que resguardaba el inmueble, el cierre de las puertas.
Unas 100 personas que se encontraban esperando para ingresar a la casilla reclamaban que los funcionarios no los dejaban pasar. Se quejaban de que a ún habiendo boletas, les estaban negando su derecho a votar.
Al respecto, los funcionarios de casilla explicaron que el Instituto Nacional Electoral envió 750 boletas para las elecciones presidenciales y un número mayor de boletas para la elección de diputados federales , además de boletas para las elecciones de diputados locales y presidentes municipales, de manera que sobraba papelería electoral. Estas eran las boletas que se estaban anulando.
Por todo el estado se repitieron incidencias parecidas de personas que se acercaban a las casillas especiales a votar y después de horas de estar formadas, se retiraban sin haber votado puesto que no alcanzó el material.
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