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A 29 años de su fundación, liderada por Cuauhtémoc Cárdenas, el 5 de mayo de 1989, el PRD llega a esta coyuntura electoral como un partido desdibujado, con una fuerte crisis de liderazgo, así como de membresía, sin candidato presidencial propio y ahora coaligado con sus adversarios ideológicos, como el PAN.
Expertos como Alberto Aziz Nassif, del CIESAS; José Fernández Santillán, del Tec de Monterrey, y Fernando Dworak, del ITAM, coinciden en que si bien los perredistas construyeron uno de los tres grandes partidos que formaron el sistema partidista desde 1989, ahora se advierte una institución política mediana y en muchos estados un partido chico.
El reto, señalan, es reconfigurarse ideológicamente o desaparecer, pues advierten que desde que el llamado partido del sol azteca entró en la coalición Por México al Frente, se pueden confundir las propuestas, y ahí se gesta una nebulosa ideológica.
Los proyectos más importantes que tendría que impulsar el partido son los relacionados con la ideología de izquierda, porque “desde que entraron en la coalición Por México al Frente se pueden confundir las propuestas, ahí hay una nebulosa ideológica”, expresó Aziz Nassif.
“Considero que este partido decidió hacer una coalición como una medida de salvación para la elección de 2018, por ello me parece que un proyecto de izquierda está muy lejos de representar el PRD”, sostuvo Aziz Nassif.
“El gran desafío del PRD es volver a convertirse en un partido social-demócrata. El problema es que tiene demasiadas tribus internas que se están peleando a cada rato entre sí, están más atentos en los pleitos internos que en la construcción de proyectos ideológicos de izquierda a largo alcance”, explicó el doctor José Fernández Santillán, politólogo e investigador del Tecnológico de Monterrey.
Fernández Santillán señaló que en su trayectoria el partido ha mantenido la misma ideología con la que lo fundó el ingeniero Cárdenas, pero la realidad política se ha transformado y en vista de las próximas elecciones “para poder hacer frente a dos contrincantes como el PRI y Morena, el PRD determinó que solo no podría enfrentarlos y se unió con sus rivales ideológicos”.
El investigador y profesor del ITAM, Fernando Dworak, señaló que a futuro “si el PRD logra configurarse con los liderazgos que le quedan y a partir de ello fortalecerse, puede sobrevivir a López Obrador a mediano plazo y con eso a Morena. El gran reto es entonces, aseguró, reconfigurarse o desaparecerán.
“El PRD desde su nicho no tuvo una personalidad, fueron muchos grupos de izquierda, es un problema de origen que ahora se refleja en una crisis y que podría ser terminal para el partido, si no hay un grupo que comience a orientar y dar una nueva personalidad al partido”, sostuvo Dworak.
Consideró que una coalición es el símbolo del fracaso de un modelo de partidos. “En realidad no tenemos partidos sólidos que sean competitivos, PRD es un partido que no tiene un liderazgo sólido y estable, que lamentablemente está tratando de unir sus debilidades en un discurso de coalición”, dijo.
Desbandadas. En su fundación, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, el 5 de mayo de 1989, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) nació para reunir la ideología política de izquierda y llegó a ser considerado una de las tres fuerzas políticas más importantes del país.
Pero ese partido se fue desdibujando en la medida en que su vida interna, basada en las llamadas corrientes o expresiones, provocó conflictos que derivaron en la salida de figuras importantes.
De ese partido, incluso, renunciaron fundadores emblemáticos como el propio Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo o Gilberto Rincón Gallardo.
Posteriormente, las diferencias por el llamado Pacto por México, firmado con el gobierno de Peña Nieto, motivó la salida de su segundo candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quien conformó Morena, partido al que se han ido sumando otros liderazgos como Miguel Barbosa, Pablo Chávez, Leonel Godoy, René Bejarano, Claudia Sheinbaum, Dolores Padierna y Martí Batres, entre otros.
