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politica@eluniversal.com.mx
Andrés Manuel López Obrador cerró su precampaña ayer mostrando el músculo en Jalisco y Guanajuato, bastiones de partidos opositores a la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por los partidos Morena, PES y PT.
Marcelo Ebrard le organizó al tabasqueño —junto a las dirigencias de Morena, PES y PT— un evento masivo en la glorieta de Niños Héroes de la capital jalisciense. Al lugar llegaron autobuses de varios estados de la República para presenciar el último día de precampaña.
Como en toda la precampaña, el precandidato presidencial entró en punto de las 17:00 horas en medio de la masa de gente que le pedía una selfie, un saludo, la firma de uno de sus libros o simplemente un abrazo. Justo detrás de él, entró Ebrard Casaubón, quien apenas el 1 de febrero regresó a la política como coordinador de organización del tabasqueño en la primera circunscripción del país.
El ex jefe de gobierno fue uno de los más aplaudidos cuando López Obrador lo presentó. Gran parte de la avenida Niños Héroes de Guadalajara se vio atiborrada de simpatizantes del precandidato de Morena.
A pesar de la gran organización, justo a la mitad de su discurso, el audio falló. Paciente, López Obrador se detuvo y esperó unos segundos hasta que se reestableció.
El error no le quitó el humor y con toda la experiencia que le dan 12 años de aspirar a la Presidencia de la República, afirmó: “Es un complot pasajero, transitorio”, y retomó su discurso en el que afirmó que es mejor tener a los jóvenes estudiando, que en las calles.
“Ya no va a haber ‘ninis’. Becarios sí, sicarios no”, fueron las frases que expresó y arrancaron aplausos de los asistentes.
La fiebre de la pejestroika continuó hasta el último día de precampaña. Varios rusos mexicanos con pancartas de apoyo a López Obrador se dejaron ver entre el mar de gente en la capital tapatía.
“Ya no soy peje, ya soy Andrés Manuelovich”, bromeó el tabasqueño. Las risas no tardaron.
“Amor con amor se paga”, con esa frase se despidió López Obrador de la precampaña.