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Los comicios presidenciales del próximo 1 de julio se distinguirán por la falta de observación y vigilancia electoral de la Unión Europea (UE), informó el ejecutivo comunitario.
De no haber cambios de último momento, las votaciones presidenciales entrantes pondrán fin a la amplia y rigurosa labor de observación europea, la cual fue propiciada y promovida por el gobierno mexicano en las contiendas de 2006 y 2012.
En cambio, la Misión de Observación Europea sí se hará presente en las elecciones generales de Paraguay del próximo 22 de abril. El pasado fin de semana, Bruselas desplegó 80 expertos durante los comicios legislativos y municipales celebrados en El Salvador.
La comunicación de la Comisión Europea tiene importancia en un momento en el que el candidato de Morena a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, diseña un plan para que las elecciones sean observadas de fondo por expertos extranjeros y organismos internacionales.
“La UE no enviará una Misión de Observación Electoral a México”, aseguró a EL UNIVERSAL un alto funcionario de la comisión.
“En este momento tampoco está prevista ninguna otra misión [de expertos electorales]”, agregó.
La instancia comunitaria precisó que el proceso “será seguido de cerca” particularmente a través de los ojos del personal de la delegación de la UE en México.
“La Unión Europea y México tienen una relación sólida, confiamos en que el proceso electoral reflejará la expresión democrática de los comicios que hagan los ciudadanos mexicanos”, indicó.
Los expertos del Servicio Europeo de Acción Exterior estuvieron evaluando, al menos hasta finales de febrero, la probabilidad de contribuir en la evaluación del proceso electoral en el país.
La Embajada de México ante la Unión Europea informó a este diario no tener conocimiento de que el Instituto Nacional Electoral (INE) o la Cancillería hayan invitado a la Unión Europea a participar en la evaluación electoral por parte de la comunidad internacional.
Las misiones electorales comunitarias tienen lugar únicamente por invitación gubernamental del país anfitrión.
“En el marco de las relaciones entre Europa y América Latina es importante apoyar en los distintos procesos electorales. Así que sería muy bueno que estuviéramos allí [en México], asumiendo que no será un asunto de injerencia, sino de participación neutral”, señaló a este diario la eurodiputada de Izquierda Unitaria Tania González Peñas.
La Misión de Observación Europea es considerada un instrumento para mostrar el interés estratégico por un socio en particular.
Desde el reporte de la Comisión Europea de 2000, se ha desarrollado una metodología basada en distintas fases de evaluación de todo el círculo electoral; desde el registro de los votantes hasta la solución de eventuales recursos, quejas y apelaciones posteriores al día electoral.
Algunos procesos de observación han durado alrededor de seis meses, culminan con un informe que compara los resultados del examen con las obligaciones asumidas por el país en los acuerdos internacionales establecidos.
En 2006 la misión europea estuvo encabezada por el eurodiputado del Partido Popular, José Ignacio Salafranca, quien cometió la imprudencia de asegurar que el proceso había transcurrido de manera satisfactoria antes de los resultados definitivos.
Seis años después, la UE mandó una Misión de Expertos Electorales, quienes finalizaron sus labores con una evaluación crítica sobre la divulgación de propaganda electoral y las capacidades del entonces IFE (hoy INE), para atajar problemas estructurales relativos a la regulación de medios, compra y coacción del voto, la divulgación de encuestas y la baja participación de los mexicanos en el exterior.
En aquel momento, el IFE respondió con una carta firmada por el consejero presidente Leonardo Valdés Zurita, y dirigida a la entonces jefa de la delegación europea en México, Marie Anne Coninsx.
La misiva con número de folio PC/345/12 rechaza algunas de las críticas europeas, aunque cierra diciendo: “Le reitero nuestro interés por seguir contando con su cooperación mediante la observación profesional de la Unión Europea en futuros procesos político-electorales”.