En las últimas semanas, diversos incidentes aéreos han acaparado los titulares de noticias. Una de las más recientes tragedias ocurrió este domingo en , cuando el vuelo 7C2216 de la aerolínea surcoreana Jeju Air estalló al aterrizar y salirse de la pista del aeropuerto de Muan. El saldo de 179 muertos significó el peor siniestro de aviación en la historia del país asiático.

La catástrofe se suma a dos incidentes en Canadá y Noruega, donde un par de aviones aterrizaron de emergencia sin que se reportaran heridos y a la caída de un avión en Kazajistán la semana pasada (presuntamente atacado por fuerzas rusas), donde fallecieron 38 personas.

A pesar de que estos sucesos pueden generar la percepción de un alza de incidentes con aeronaves, lo cierto es que las cifras más recientes de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) muestran una baja en la tasa de accidentes aéreos a nivel global durante los últimos 5 años.

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“Con las temporadas altas, que implican un mayor tráfico de aviones, parece ser que se incrementan (los accidentes), pero esto no es así. Estadísticamente, la aviación sigue siendo la forma más segura de viajar”, explica Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA), en entrevista para

2023 fue el año más seguro para viajar en avión en los últimos 5 años

Según el último reporte de la ICAO, en 2023 se registraron menos de 2 accidentes aéreos por cada millón de vuelos en el mundo; una tasa de 1.82. La cifra es menor a la tasa de 2.05 accidentes registrados en 2022 y a la de 1.93 de 2021. Además, hay que tomar en cuenta que esta cifra considera cualquier tipo de accidente.

En el caso de accidentes con víctimas fatales, en 2023 sólo se presentó uno de este tipo, cuando un avión de Yeti Airlines se estrelló en Nepal, causando la muerte de las 72 personas que iban a bordo. La cifra contrasta de manera significativa con 2022, cuando la ICAO registró 7 accidentes con víctimas fatales, sumando un total de 160 personas fallecidas. En la última década, el 2014 fue el año con más personas fallecidas en accidentes aéreos, con un total de 911 víctimas en 8 accidentes.

Por otro lado, la tasa de mortalidad en vuelos durante 2023 fue de 17 víctimas fatales por cada mil millones de pasajeros. En contraste, cada año, las colisiones causadas por accidentes de tránsito se cobran la vida de aproximadamente 1.19 millones de personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.

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Vuelos seguros, pero no infalibles

Pablo Casas Lías apunta a que la idea de un aumento en los accidentes se debe a una percepción equivocada a causa del alza en el tráfico aéreo durante el fin de año. “Durante esta temporada, los vuelos se triplican o se cuadriplican, por eso parece que los accidentes se acentúan. A veces, cuando ocurren en temporadas bajas, pasan más desapercibidos”, señala.

No obstante, el especialista hace hincapié en que las aeronaves tampoco son completamente infalibles. “No hay que olvidar que los aviones son máquinas, tampoco tienen palabra de honor. Pueden tener cualquier desperfecto, pero por eso es que las aerolíneas propietarias verifican que se haya realizado el mantenimiento correspondiente que indica el fabricante”.

Además, está el factor de error humano. “Ya se vio en el caso del avión de Azerbaiyán (que se estrelló en Kazajistán). Hay espacios aéreos restringidos por peligrosos, porque son zonas que se encuentran en conflictos bélicos. El asunto es que a veces no suelen ser tan precisos”, indica Casas Lía.

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A estas circunstancias hay que sumarles situaciones que no se pueden prever por completo, como el caso de la fauna local. “Especialmente las aves. Las turbinas, sobre todo en los despegues y aterrizajes, llegan a absorber fauna silvestre y eso puede ser muy peligroso en fases críticas. Afortunadamente, la mayoría de las veces que ocurre esto, sólo se queda en incidentes sin víctimas que lamentar”, detalla el especialista.

Precisamente la presencia de aves es una de las hipótesis que se han considerado como la causa de la tragedia ocurrida en el aeropuerto de Muan este domingo.

A pesar de los riesgos presentes, el director del INIJA tiene una valoración positiva de la seguridad aérea en el mundo. “No hay que olvidar que la aviación fue una de las primeras industrias en globalizarse, porque para que los aviones pudieran surcar diferentes espacios aéreos fue necesario crear estándares internacionales de seguridad y operación aérea, por lo que también se realizan inspecciones por parte de organismos multinacionales, como la propia ICAO; así verifica que cada autoridad aeronáutica cumpla con los parámetros mínimos de seguridad”.

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