Hace tres años u na pequeña disquera en Monterrey, Nuevo León, inició sus andanzas en la industria musical, distinguiéndose de grandes firmas debido a que no producían discos, sino cassettes , un formato que se considera obsoleto.
La empresa se llama CINTAS y desde hace tres años han lanzado a la venta más de 60 álbumes directamente en este formato. Los mexicanos detrás de esta peculiar idea son Ernesto Vidal, Rigel Lazo, Óscar Aguirre, Paulina Martínez, Memo Cobos y Kennet Muñoz.
“Fue algo así como sacado de la nada, había una idea de hacer algo, pero realmente surgió en una reunión entre amigos, días después empezamos a hablar en serio de lo que pasó en esa borrachera y conseguimos a las bandas para ponernos a trabajar”, recuerda Óscar sobre cómo comenzó CINTAS en el 2015. Para echar a andar el proyecto se dieron a la tarea de conseguir su materia prima: los cassettes, algo que dicen no fue complicado debido a que existen empresas en Estados Unidos y Asia que aún se dedican a fabricar este producto.
Con el primer problema solucionado el siguiente paso para producir sus primeros materiales fue comprar algunas máquinas duplicadoras que se adaptaron en un espacio que después se convirtió en su estudio de grabación. El primer producto terminado fue para la banda “Pura Crema” , a la que Óscar pertenece.
Escuchar música en casi cualquier lugar y situación es algo común hoy en día gracias a los smartphones y otro tipo de reproductores, pero en los 80 fue una novedad que las cintas iniciaron.
Este formato de almacenamiento hizo su debut en la década de los 60, fue bien recibido por la industria y los consumidores debido a que era mucho más barato y pequeño que su competencia de la época: el disco de vinilo o LP.
A inicios de los 80, las cintas ya eran el formato más usado en la industria musical , por lo que varias empresas de fabricación de aparatos electrónicos aprovecharon la popularidad de este formato para desarrollar reproductores que se pudieran llevar consigo sin problemas.
Ese tipo de mercado se encontraba dominado por el radio de transistores que funcionaba con baterías y era totalmente transportable, pero dependía totalmente de la calidad de la señal que emitían las estaciones radiofónicas.
En 1981 sale a la venta el Walkman de Sony, que funcionaba con baterías y reproducir cassettes a través de un único auricular, este momento se considera como el inicio de la música portátil, una gran revolución para la industria musical.
Sin embargo este formato perdió la batalla por permanecer entre las preferencias de los consumidores frente al CD, o disco compacto aparecido en los primeros años del 2000 y que ofrecía una mejor calidad de audio, un costo de producción aún menor, además de contar con reproductores portátiles de mayor calidad y variedad.
La música es un elemento importante en la vida de estos jóvenes emprendedores, en el caso de Ernesto Vidal , o Neto como lo conocen sus amigos, cuenta que desde niño grababa en cassettes de música propia o bien de sus canciones favoritas cuando salían en la radio, una práctica muy común en los años 90.
“El acercamiento con la música fue por mi papá, él me llevó muy chico a un concierto de Pink Floyd y a los doce yo ya tocaba la guitarra y jugaba con grabar mis propios cassettes en mi casa, con mi propia “disquera”; editar mi propia música era algo que yo tenía desde hace mucho y tengo mis cassettes ahí guardados, mis propios lanzamientos son de sólo una copia para mí y el sueño se mantuvo hasta que por fin se pudo llevar a cabo”, explicó Neto.
Los artistas que han trabajado con CINTAS son en su mayoría bandas emergentes que lanzan su cassette para dar a conocer su música de una manera distinta a las plataformas que dominan la industria actualmente, entre las que se encuentran en su “casetografía” destacan Los Dromedarios Mágicos, Los Honey Rockets, Pla Pla Pla, Los Carrion Kids, entre otros.
Otro aspecto que llama la atención es el arte de las portadas, que van desde lo clásico como una fotografía y algo de texto, hasta elaboradas ilustraciones de diversos tipos y composiciones al estilo “Vaporwave”, una tendencia artística que fusiona la estética digital pre-internet con elementos de la electrónica y el cyberpunk.
Los fundadores de esta empresa dicen que el contacto con las bandas se hace muchas veces en tocadas que ellos mismos organizan, invitan a diferentes grupos, cuando alguno les llama la atención les ofrecen hacer su cassette y de acuerdo con que tanto público tengan se hace el lote necesario de piezas.
Los cassettes se venden tanto en línea como en conciertos, hasta ahora el mayor número de piezas de un álbum lanzado por CINTAS fue de 300 para un grupo que salió a una gira nacional.
Mucho del éxito de CINTAS se debe a la gran variedad de géneros musicales en los que incursionan las bandas con las que trabajan y en el sentimiento de nostalgia que generan en los consumidores, así lo dijo Paulina Martínez :
“En realidad la gente lo ha tomado bien. Toda moda regresa, la ropa, la música, a todos les llama la atención , incluso personas que no tienen en dónde escucharlo los ve, los agarra y los compra”.
El regreso del cassette se suma a los discos de vinilo que hace algunos años también tuvo un resurgimiento las tiendas de música y son muchos los artistas que comenzaron a sacar ediciones especiales de sus lanzamientos en LP.
A pesar de que existen múltiples plataformas digitales para comprar, descargar y reproducir música, la experiencia no es la misma que tener un formato físico, como un disco o un cassette de tu artista favorito y empresas como CINTAS son las que lo hacen posible.