Ante los nuevos retos de expansión de la matrícula, las Universidades e Instituciones de Educación Superior (IES) tienen que replantear estrategias orientadas al fortalecimiento de la enseñanza a distancia y la flexibilidad de sus programas con mayores respaldos de cooperación institucional y coordinación del sistema en su conjunto, con menos visión de competencia y más de alianzas y de complementariedad para lograr alcances que beneficien a la sociedad.

Los retos implican rebasar la desarticulación de las IES, las trayectorias aisladas y el sectarismo dominante que caracterizó el crecimiento de las mismas en las últimas décadas, como en los 80 y principios de los 90 cuando se gestó un giro en la expansión de las instituciones de educación superior.

En ese periodo, México se encontraba en una situación económica crítica, con elevada inflación y excesivo endeudamiento externo, por lo que el gobierno atendió las recomendaciones de política económica de organismos internacionales, recortó sustancialmente el gasto público y puso en marcha el proyecto de modernización educativa que consistió en integrar al país a la economía de mercado.

Para la educación superior, de acuerdo con De Vries (1998), la llamada modernización significó la expansión de instituciones con nuevos modelos académicos y cambios en el financiamiento para estimular la competencia y los concursos por mayores recursos públicos, siguiendo criterios de eficiencia y calidad. Así, las universidades fueron consideradas en proceso de fiscalización, rendición de cuentas y certificación de programas académicos y procesos administrativos.

En Oaxaca, en 1992 había 27 instituciones, una universidad autónoma, dos universidades estatales, nueve institutos tecnológicos, nueve escuelas normales, dos privadas, tres unidades de la UPN y un centro de actualización del magisterio. Entonces se ofertaban unas 90 carreras en conjunto, aunque las reglas se orientaron a la competencia para crear más instituciones privadas, institutos tecnológicos descentralizados y el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca con un modelo académico orientado a la formación práctica.

Actualmente, operan 93 instituciones, que en conjunto ofertan 517 programas educativos, siendo los más recurrentes y con mayor número de estudiantes los programas de derecho, administración, negocios y computación.

Aún con este crecimiento persiste el rezago educativo. Según datos de la SEP, en el ciclo escolar 2016-2017 la tasa de cobertura de educación superior en Oaxaca fue del 19%; es decir, 18 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional que es de 37.3%

Las instituciones se han concentrado en las ciudades y la educación superior es presencial, con funciones docentes orientadas a la profesionalización a nivel licenciatura y con limitado trabajo de investigación. El financiamiento público es diferenciado entre las instituciones, considerando fundamentalmente el número de estudiantes, pero sobre todo con el peso de negociaciones políticas para el caso de las universidades públicas.

Hoy, la expansión de las universidades y de las IES implica rebasar brechas y disparidades entre unas y otras, que permita la transformación del sistema de educación superior en su conjunto para alcanzar mayor cobertura, pero también que permita el cumplimiento de funciones sustantivas como el impulso a la investigación, actualización de programas académicos e incorporación de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

Rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

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