Naucalpan, Méx-. El análisis de videos y entrevistas a las mujeres y empleados del Black Royce que realizó personal de la Fiscalía general de Justicia del Estado de México, muestran el ingreso y manipulación del cuerpo de Iñigo Arenas, empresario de 41 años, quien murió dentro del antro.
Cámaras de seguridad captaron el momento en que la víctima abordó un taxi con cromáticas de la Ciudad de México A-5915-M, a las 03:00 horas del 6 de agosto, en Polanco, CDMX, para llegar minutos más tarde al bar “Black Royce”, ubicado en Periférico Norte, informaron autoridades de la FGJEM.
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Además, captaron el ingreso al bar Black Royce cerca de las 3 de la mañana, donde se observa que lo situaron en un área de la planta baja, en donde estuvo acompañado por cuatro empleadas del lugar, identificadas como Aritzi Abril, Ana Karen, Cecilia y otra Ana Karen quienes ordenaron diversas bebidas y aparentemente le suministraron sustancias a la víctima, cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso de la FGJEM.
A las 4:59 horas, estas mismas mujeres, junto con Eduardo, el capitán de meseros del lugar y otra persona aún por identificar, lo habrían persuadido de subir a un área identificada como “VIP” en la planta alta, a lo cual accedió la víctima.
Al llegar a la zona VIP, dos hombres y las cuatro mujeres le dieron a Iñigo Arenas Saiz cuatro botellas de bebidas alcohólicas, con un valor de 10 mil pesos cada una. A las 5:07 horas, la cajera del lugar ingresó a esa área para realizar el cobro de 40 mil pesos con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima, según relataron autoridades de la Fiscalía mexiquense.
Luego del cobro, el empresario permaneció con las cuatro mujeres en la zona VIP y una vez transcurridos aproximadamente 40 minutos, una de ellas le dijo al encargado de seguridad, identificado como Carlos Daniel, que Iñigo Arenas Saiz “se siente mal y se puso morado”, por lo que personal del establecimiento “le practica RCP”.
EL UNIVERSAL tuvo acceso a una imagen donde se observa al hombre de 41 años en una habitación, con un muro de azulejos blancos y otro en tonos amaderados, donde estaba sentado en un sillón con las piernas extendidas.
Iñigo Arenas Saiz tenía la cabeza inclinada hacia su hombro izquierdo, una camisa de color amarillo tenue, pantalón de mezclilla y zapatos tenis azules con rayas blancas, tenía con barba crecida de un par de días, con un reloj de correa negro en su mano derecha, presuntamente del momento en que autoridades ingresaron al bar.
Después de eso, el personal del Black Royce habría movido el cuerpo hasta un área de acceso al antro, donde la víctima fue encontrada por autoridades mexiquenses.
Autoridades de la Fiscalía mexiquense ratificaron esta noche que los videos forman parte de la investigación.
Cuatro mujeres están entre los empleados detenidos del bar Black Royce, además del capitán de meseros y el encargado de seguridad del antro como posibles responsables de haber puesto alguna sustancia en las bebidas del empresario Iñigo Arenas, quien falleció en un área VIP del antro, informaron autoridades de la Fiscalía mexiquense.
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De acuerdo a las indagatorias, se estableció que Arenas Saiz, al ingresar al bar Black Royce, lo situaron en un área de la planta baja, en donde estuvo acompañado por cuatro mujeres, empleadas del lugar, identificadas como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N N”, quienes ordenaron diversas bebidas y aparentemente le suministraron sustancias a la víctima, cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso de la Fiscalía.
Posteriormente, a las 4:59 horas estas mismas mujeres, junto con Eduardo “N”, capitán de meseros del lugar y otra persona aún por identificar, lo habrían persuadido de subir a un área identificada como “VIP, a lo que Iñigo accedió.
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