Más Información
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
Cuautitlán.- Para la señora Karina Alférez, lo que empezó como una ponchadura de llanta terminó con una lucha jurídica por más de un año para recuperar su vehículo, ya que la policía de tránsito municipal le envió una grúa para que se lo llevaran al corralón.
Al calificar la situación como todo un "peregrinar", recordó que el pasado 24 de marzo del 2023, en el puente de la Avenida Ferrocarriles, en Cuautitlán México, se le ponchó una llanta y llegaron policías de tránsito quienes afirmaron que la ayudarían.
Sin embargo, se llevaron su vehículo a la Dirección de Seguridad Pública, donde le pidieron 18 mil pesos por un arrastre no mayor a 2 kilómetros y al negarse, la unidad acabó en un corralón de Cuautitlán Izcalli.
Karina ya logró un acuerdo con la empresa de grúas para que le entreguen su vehículo el próximo martes 16 de abril, tras un amparo que aunque no procedió, hubo apertura de Grúas Chavarría S.A de C.V.
Expresó que su inconformidad está encaminada contra el actuar policíaco, el cual considera fue un abuso, pues los mismos gruyeros le explicaron que solo actuaron por indicación de la autoridad municipal.
Lee también Cuesta hasta 30 mil pesos construcción de cisternas en Toluca
“Fui a ver al comandante Centeno (director de Seguridad Pública de Cuautitlán) y se portó muy grosero, muy prepotente. Me dijo que no me podía ayudar, que las grúas son muy independientes y que vendiera lo que pueda para sacar dinero y pagar lo que ellos piden”, narró la mujer madre soltera de dos niños y comerciante dedicada a la venta de productos higiénicos.
Su idea es seguir con el proceso legal en contra de los oficiales de tránsito que estuvieron involucrados, pues su vida cambió de manera negativa al quedarse sin el auto, el cual utilizaba para surtir su mercancía y trasladarse con sus hijos a escuelas.
“Tuve que quebrar en un local porque tengo que pagar transporte para que me trajeran la mercancía y me salía más caro que la ganancia, por eso me quedé solo con un local. Es muy desgastante, tuve que conseguir otro trabajo porque no podía solventar mis gastos ni lo que generaba la denuncia. Sí me llevó a la quiebra “, dijo la señora Alférez.
Finalmente, comentó que en su reunión con el titular de seguridad pública municipal, este le refirió: “Me dijo que él ha trabajado en varios municipios del Estado de México y que así trabajan. Usted no va a venir a cambiar las cosas”.
afcl/mcc