Metepec, Méx.- Los migrantes que llegan al albergue Hermanos en el Camino, localizado en Metepec, podrán tener una estancia digna en su camino hacia la frontera con Estados Unidos, pues el taller donde se resguardan pasó de tener automóviles abandonados y vagonetas adaptadas como camas a un espacio digno con techos y pisos de concreto, recámaras y un baño con todos los servicios.
Desde hace 14 años, Armando Vilchis comenzó con la labor altruista de recibir a los migrantes que atraviesan por la entidad mexiquense, familias enteras pasaron los días en el taller mecánico donde adaptaron los automóviles y los espacios sin servicios, para pasar los días mientras retomaban su camino hacia Estados Unidos. Apenas algunas cortinas dividían los cuartos y adaptan espacios donde convivir, hasta cientos migrantes que pasaban semanas en este lugar antes de seguir su ruta.
Los cambios sucedieron gracias a los donativos de la institución educativa The Oak Tree, que conoció el trabajo de Armando Vilchis y recaudaron fondos, realizaron diversas actividades para tener los ingresos para pagar las obras que permitieron sustituir las láminas por concreto y los vehículos por recámaras. Actualmente este lugar alberga a 50 migrantes, de ellos 14 son niños y uno de los menores un recién nacido con apenas dos semanas de nacido, para los migrantes “es una tranquilidad” llegar a un lugar acogedor en el que pueden dormir y comer tranquilos, en lo que siguen su camino.
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Aida Bolaños Sánchez, representante de la escuela dijo que el esfuerzo para realizar las adecuaciones en el taller mecánico donde se resguardan los migrantes se encontraba en malas condiciones y hace tres años personas de esta institución se dieron cuenta de ello, por lo que decidieron “entrar a una aventura que fue un poco complicada, porque no teníamos los medios económicos para lograrlo y fue con lo recaudado pero no nos daba para todo”.
Explicó que gracias a algunas madres y padres de familia que se empeñaron en terminar la obra, organizaron más eventos, pidieron más apoyo económico, hasta que se juntó con fondos que aportó el colegio y refirió que es una remodelación que forma parte del reconocimiento a la labor de Don Armando.
“Queríamos aportar para darles un lugar más digno. Hicimos por lo menos un baño, lo que quisimos es abrir un espacio para que Don Armando y los migrantes no tengan que estar en el piso, entre el aceite, las herramientas, porque es una forma de recibir a la gente de forma digna”, comentó.
Fueron rifas, eventos musicales, ventas de todo tipo y el colegio prestó una parte de los recursos para poder terminar el trabajo, pues de otra forma, se habrían tenido que esperar hasta diciembre.
Ahora el reto de Don Armando, como todos lo llaman, es recuperar los donativos, ya que si bien el gobierno mexiquense le entrega despensas con alimentos y enseres de limpieza cada mes, desde que inició la administración de la gobernadora Delfina Gómez, todas las organizaciones e instituciones civiles que los asistían cancelaron los apoyos para este lugar.
Desconoció la razón por la que muchas de las instituciones de asistencia privada han cancelado la ayuda, que era sumamente necesaria, pero pidió a la gente que les ayuden, pues ahora necesitan colchones y también café, azúcar, algunos alimentos que ya no reciben luego de los cambios entre las organizaciones. Por lo que el llamado es para que la ciudadanía los acompañe en esta transformación.
LL