Naucalpan.- “Se escucharon dos terribles estruendos y se cimbró la casa. Si no nos matan con su basura, va a ser de un infarto”, declararon vecinos de la colonia Rincón Verde ante la volcadura de un camión que estaba por entrar al basurero BioMerik.
La pesada unidad trasladaba cerca de 30 toneladas de basura cuando se volcó tras chocar contra el bordo, quedando atravesado sobre la carretera, además de llevarse consigo un señalamiento vial y un poste.
Tras el impacto, pobladores de la zona se alarmaron ante el temor de sufrir daños en sus viviendas, al sentir cómo se cimbraron las casas, enfatizando que si la contaminación no los mata, un infarto provocado por un fuerte susto, sí podría hacerlo.
El tráiler que cargaba desechos provenientes de la Ciudad de México quedó recostado sobre su lado izquierdo a pocos metros de entrar al basurero metropolitano al aire libre que recibe cada día 2 mil toneladas de basura.
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La carga de los desechos terminó regada sobre la vialidad que conecta a Rincón Verde, espacio operado por la empresa BioMerik y cuya concesión vence el próximo año, misma que será revisada por el daño ecológico que genera y así determinar si se renueva o no.
Lo anterior fue señalado a EL UNIVERSAL, en entrevistas por separado, por la actual alcaldesa Angélica Moya y por Isaac Montoya, alcalde electo, refiriéndose al confinamiento que fue clausurado totalmente por la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México, el pasado 8 de julio y que horas después fue modificado a una clausura parcial.
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