Jiquipilco, Méx.- Artefactos explosivos tipo granadas que tuvo que desactivar la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron algunos de los objetos localizados dentro de la casa que habitaban Carlos “N” y su esposa Mariela “N” en Jiquipilco, la pareja por quien la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ofrecen 300 mil pesos de recompensa para dar con su paradero.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, dentro de la vivienda que destaca por su arquitectura, diferente al resto de las casas tradicionales de esta demarcación, había un cuarto con las condiciones necesarias para la fabricación de los explosivos y manejo de pólvora, ya que incluso, tenía espejos localizados estratégicamente para reflejar el sol y no arriesgarse a una explosión.
Sobre el destino de estos explosivos y a quien podría haberlos vendido, la Fiscalía General indaga si estaba en relación con alguna célula del crimen organizado o cuál era el destino de lo fabricado.
Dentro de la casa además hallaron manuales para la elaboración de los explosivos, cartuchos útiles calibre 12, equipo de cómputo, cámaras de vigilancia, tarjetas de crédito y copias fotostáticas de identificaciones de origen estadounidense.
Carlos podría no ser su nombre
Agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México detectaron que el presunto feminicida de Violeta Lizeth y su hijo de cuatro años, utilizó un nombre falso, es decir, usurpó la identidad de Carlos Javier Bernal López, nombre que aparece en la ficha de búsqueda.
De acuerdo con fuentes cercanas a la indagatoria, en la ficha de búsqueda el que aparece en la foto sí es quien está acusado de matar a Violeta y a su hijo Iker, así como de abusar sexualmente de su hija de 5 años y una menor de 9 años, pero en el avance de la investigación se detectó que el sospechoso ha utilizado documentos falsos tanto para viajar de Estados Unidos a México.
Por ello, las autoridades sospechan que pudo haber salido del país usando documentación apócrifa.
¿Quién es el feminicida y qué hizo?
Las fuentes allegadas al caso detallaron que hasta ahora se sabe que el presunto feminicida es oriundo de Sinaloa y vivió en Estados Unidos, ahí tuvo una familia, luego conoció a Mariela, después huyeron a Jiquipilco y ahí tuvieron un hijo de 8 meses de edad, al que abandonaron al huir tras saber que eran perseguidos.
La investigación arrojó que el día del feminicidio, Violeta y sus hijos salieron para verse a las 9:00 horas con el agresor y Mariela en casa de éstos, para entregarles unos productos que ella vendía.
Durante la entrega, Violeta supo que este señor abusó sexualmente de su hija de 5 años, lo enfrentó y fue cuando usó una táctica como una llave china o una prensa para asfixiarla, después asesinó al niño.
Mientras se deshacía de los cuerpos, es probable que la menor haya huido, pues ella sobrevivió y fue localizada en el mismo predio donde se encuentra la casa de la mamá de Mariela quien notificó a las autoridades sobre el hallazgo de la niña.
De acuerdo con el relato de la mamá de Mariela, el 23 de octubre, su hija la invitó al cine, ella le cuestionó si su marido le había dado permiso. Eran las 12:00 horas y ambas fueron a ver una película, así que, de regreso, el agresor y Mariela le pidieron que cuidara a su hijo de 8 meses, él le entregó un disco duro, le dijo que iban a salir y que, si alguien lo buscaba, no entregara esa información. Pero no volvieron más, ella encontró a la niña vagando, perdida y fue cuando dio parte a la autoridad local.
Debido a que ya había una ficha de búsqueda de la familia de Violeta y sus hijos, a la par la FGJEM ya buscaba a Carlos por el abuso de la menor de 9 años, la movilización fue inmediata, pero no lograron encontrarlos.