TLALNEPANTLA, Méx.- En San Juanico aún huele a gas y frecuentemente se escucha el zumbido del escape de combustibles, donde hoy pobladores de Ixhuatepec recordaron a sus muertos, víctimas de la explosión de Pemex de hace 39 años con cientos de veladoras que iluminaron el camino a la fosa común del panteón de Caracoles.
Tres grandes cruces formaron con luces de ceras en memoria de las víctimas, donde descansan los restos de al menos 500 personas que murieron la mañana del 19 de noviembre de 1984, por una explosión de gas de la estación de Pemex en San Juan Ixhuatepec.
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En Ixhuatepec seguimos de luto y en lucha a 39 años de la terrible explosión que consumió filas de casas y calcinó a cientos de personas y animales que vivían en San Juanico, en lo que muchos años se llamó el Parque de Los Muertos y que hoy es el Parque Hidalgo.
Fue ahí donde el presidente municipal Marco Antonio Rodríguez Hurtado, encabezó este domingo la ceremonia solemne en honor de las víctimas de la explosión de 1984 en San Juan Ixhuatepec, acompañado de su esposa la presidenta honoraria del Sistema Municipal DIF, María Gómez Martínez, integrantes del Cuerpo Edilicio, directores y servidores públicos de la administración local.
A la misma hora de la explosión, minutos antes de las 6:00 de la mañana, el alcalde montó guardia de honor en el Parque Hidalgo, frente a la cruz colocada para honrar la memoria de las y los tlalnepantlenses que perdieron la vida hace 39 años.
La banda de guerra tocó los acordes del toque de silencio para posteriormente colocar una ofrenda floral en el epicentro donde fue la explosión. El alcalde también visitó la cruz de fierro, ubicada dentro del mismo parque, misma que fue colocada tras la tragedia.
Además, el presidente municipal junto a toda la comitiva de la administración con veladoras en mano recorrió el camino del panteón municipal Caracoles, en San Isidro Ixhuatepec para develar una placa conmemorativa al aniversario luctuoso de este trágico hecho y nuevamente montar guardia de honor y colocar la ofrenda floral, mientras el toque de silencio hacía eco en toda la comunidad.
En esta conmemoración participó el obispo de Ecatepec, monseñor Oscar Roberto Domínguez, quien recordó y oró por las víctimas de la explosión de San Juanico y pidió porque nunca más se vuelva a vivir un acontecimiento así.
Pese a la tragedia que cimbró al Valle de México y especialmente la zona oriente de Tlanepantla, San Juan Ixhuatepec sigue siendo una bomba de tiempo, en donde están en riesgo cerca de 300 mil personas, pues a las industrias de alto riesgo como gaseras y las instalaciones de Pemex, se han sumado otras empresas de alto riesgo como alcoholeras, señaló el diputado local Max Correa.
“El polígono de seguridad que se planteó para delimitar el riesgo y que no crecieran las industrias de alto peligrosas, se diluyó y autoridades municipales y estatales de las tres últimas décadas permitieron nuevos asentamientos y nuevas unidades habitacionales” así como más industrias peligrosas, lamentó el legislador.
San Juan Ixhuatepec sigue siendo un lugar altamente peligroso, hay fugas constantes de gas y aún se escucha el zumbido cuando se escapan combustibles, lamentó Max Correa, en una zona donde además es un embudo y no hay salidas de emergencia.
Así quedó demostrado con la aparición de un socavón en la avenida Hermilo Mena, que paralizó la circulación vial por más de dos meses, comprobando que la zona oriente de Tlalnepantla es un embudo casi sin salida en momentos de emergencia, como el registrado con los deslaves del Chiquihuite, que, sumado a los riesgos químicos, mantienen en riesgo a cerca de 300 mil habitantes, indicó Max Correa.