Chimalhuacán, Méx-. Luego del deslave que se registró el martes pasado en una ladera de la colonia Adolfo López Mateos, ubicada en la parte alta de Chimalhuacán, sin que se presentaran lesionados, pero dos viviendas resultaron con daños al caerles piedras de gran tamaño, las autoridades acordaron con los vecinos a que se irán a un albergue durante algunos días por el peligro inminente en el que se encuentran.
Después del desgajamiento de un talud, funcionarios de los tres niveles de gobierno realizaron una inspección en la zona donde ocurrió y determinaron que las familias que se asentaron en ese sitio desde hace varios años no pueden vivir ahí por el riesgo que representa y así se los hicieron saber.
Llevaron a cabo una mesa de diálogo en la que expusieron que si continúan en esa área corren peligro porque no es susceptible para la construcción de viviendas, por lo que estarán en el refugio 10 días, en tanto se resuelve su situación.
En la reunión, el secretario técnico del ayuntamiento, Mauricio Rodríguez; el director de Protección Civil, Martín Cortés López; la tesorera, Jazmín Ignacio Páez; la directora Jurídica y Consultiva, Andrea Rodríguez González, y la directora del DIF, Yazmín López Briviesca, entre otros, expusieron que el gobierno de Chimalhuacán busca una solución integral al problema y reconocieron la buena disposición de los vecinos al acudir a la mesa de diálogo.
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Los funcionarios garantizaron a las familias que se les ofrecerán alternativas de solución a la brevedad posible, de modo que su pérdida patrimonial sea mínima.
Para tal efecto, sus casos se analizarán por separado y sin intermediarios, y de acuerdo a las características y condiciones del predio en cuestión, se buscará la opción más viable.
Los servidores públicos reiteraron en que ni la permanencia ni el retorno a los predios donde viven es permisible, pues es necesario realizarle adecuaciones para restablecer al máximo posible el equilibrio de esa zona cerril para brindar la seguridad que requieren.
La mañana del martes se presentó el desgajamiento del cerro, del que cayeron varias toneladas de tierra de una altura aproximada de 15 metros, lo que dañó dos construcciones en la calle Quetzal.
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La Jefatura Regional de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos del Estado de México, después de efectuar una revisión, determinaron que existe el riesgo inminente de más deslaves que podrían afectar a 14 viviendas más, lo cual le fue comunicado a sus propietarios.
Las familias que viven en ese punto se opusieron inicialmente a desalojar los predios porque argumentaron que es el único patrimonio con el que cuentan y se van a un albergue, existe el riesgo de que se roben sus pertenencias.
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