Toluca, Méx.— Desde hace cinco años los niveles de nueve de 14 presas en el Estado de México no han logrado recuperarse más allá de 50%. Tan sólo desde diciembre a la fecha se mantienen entre 8% y 27% de su capacidad, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), mediante el reporte del sistema de presas.
La Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) indicó que la mayoría de estas presas se mantienen en bajos niveles derivado del incremento en la sequía y sus condiciones han impactado sobre todo en actividades como la pesca, la agricultura, además del abasto de agua que en algunos casos aprovechan comunidades mexiquenses en las que no hay suministro.
Entre las más secas se ubican La Concepción, Danxhó, El Molino, Islas de las Aves, Huapango, Ñado y José Antonio Alzate.
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En esta última los vecinos coincidieron en que desde hace un lustro que comenzó a secarse el cuerpo de agua “irremediablemente”, pues el sitio que antes era utilizado para la pesca, paseo en lanchas y era hogar de pelícanos, patos y garzas, ahora únicamente alberga agua residual proveniente del río Lerma y basura.
El resto de las presas mexiquenses son Guadalupe, Ignacio Ramírez, San Andrés Tepetitlán, Madín y Taxhimay, con niveles de almacenamiento de entre 61% y 80%. Además de Valle de Bravo y Villa Victoria, que se encuentran en 29% y abastecen al Sistema Cutzamala.
Alberto Pérez Hernández, oriundo del Tlachaloya, donde se ubica la presa José Antonio Alzate, refirió que hace cinco años en la sección donde ahora hay una caseta, sólo se podía recorrer el camino en lancha; actualmente los vehículos atraviesan un camino de terracería.
“Lo peor es el olor fétido, insoportable que dejó la sequía y que con esta situación, el agua que llega del Lerma cada vez es más apestosa, contaminada, ya no sirve para el ganado ni la siembra, la poca agua que hay está contaminada”, expuso.
La marca del nivel que antes alcanzaba el agua está llena de basura y algas secas. La estela que demuestra que ahí hubo un cuerpo lleno de agua, es una plaga de moscos pequeños que según los vecinos es imposible de abatir, pues “hemos hecho de todo y no se van, sobre todo los niños y niñas son los que más afectados están”.
En el lugar se observan montículos de cable quemado, cobre que los chatarreros se llevan, queman el plástico y después revenden.
La cubierta del lugar ya no es agua, ni aves, son televisiones, sillones, refrigeradores y montones de basura. Destacan botellas de pet, entre las aguas negras flotan cuerpos de ratas, botes, latas y bolsas de basura, incluso por la sequía, los vecinos han ampliado sus viviendas hasta donde antes era el cuerpo de agua.
El sitio, de acuerdo con los vecinos, es “lúgubre y triste”, nada que ver con el panorama de hace décadas, cuando podían acudir al lugar como si se tratara de “un pequeño Valle de Bravo”.
En la presa La Concepción, ubicada en Chapa de Mota, se pudo observar las marcas que ha dejado la falta de lluvias, propiciando que baje el nivel de agua del lugar también nombrado como La Concha, la cual, según datos de la Conagua, se encuentra a 45% de su capacidad.
A los alrededores hay casas donde habita gente. La Concha está rodeada de montes desde donde puede ser observada; hay actividad agrícola con vacas, becerros y caballos que salen a pastorear en las faldas de la presa.
“Se trata de la presa con mayor abastecimiento en época de riego para la siembra de maíz en gran parte de las localidades del municipio de Chapa de Mota”, señaló el gobierno del Estado de México a través del sitio web de la Secretaría de Cultura y Turismo.
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Crisis
El plan de desarrollo estatal 2023-2029 refiere que en 2022 el Estado de México recibió 583 milímetros (mm) de aguas de lluvia de precipitación media anual, 20% menos en comparación con 2021, es decir, pasó a 727.8 mm, afectando a 87% de los municipios con algún grado de sequía.
El documento indica que la media anual a nivel estatal era de 900 milímetros según los registros de periodos pasados, pero en los últimos años, la temporada de lluvias se ha ido modificando, así como la in tensidad y duración, presentando una reducción en la precipitación, al mismo tiempo que un aumento de población.
Además, las sequías afectaron 85% del estado, es decir, a 106 municipios de los que 62 presentan sequía moderada, 19 anormal, 29 severa y 15 extrema.
El plan apunta que en 2020 se registró una intensidad de anormalmente a moderada en 85% del territorio estatal y para 2022 la sequía severa en municipios del noreste y la combinación de anormalmente seco y moderado, en 60% de la entidad, ocasionando pérdidas de cultivos, muerte de ganado, incendios forestales y escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos.
En tanto que 60% del agua renovable es abastecida por 25 cuencas hidrológicas, 11 de ellas tienen déficit y 40% del suministro total proviene de la extracción en nueve acuíferos con asignación estatal.