Naucalpan, Méx-. La desafortunada muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz “nos pone en alerta” tanto al gobierno de la alcaldía Miguel Hidalgo como al de Naucalpan en la operación de antros, tanto en temas de seguridad como respecto de horarios de funcionamiento, afirmó la alcaldesa Angélica Moya Marín.
El deceso del empresario es “un problema muy desafortunado, de verdad lamentamos mucho que se haya sucedido”, pero para que las autoridades municipales podamos intervenir tenemos que esperar a que concluyan las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, para poder actuar en lo conducente, apuntó la presidenta municipal panista en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Evidentemente, es una cuestión que nos pone una alerta tanto al gobierno de Miguel Hidalgo como al de Naucalpan, en términos de ser mucho más cuidadosos en la vigilancia de estos establecimientos”, por ejemplo, en materia de horarios, señaló Moya Marín al reiterar que la investigación de la Fiscalía determinará con precisión el horario de ingreso y salida de Iñigo de los centros nocturnos.
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El Black Royce, “particularmente, resultó problemático, pero lo que tenemos que hacer es ser mucho más cuidadosos en esos lugares donde pueden suceder cuestiones desafortunadas”, afirmó Angélica Moya al referirse a la operación de antros.
De acuerdo a videos difundidos por propietarios del bar la República de Masaryk en Polanco, Iñigo habría salido del lugar ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo a las 2:46 de la madrugada; por lo que se infiere que llegó al Black Royce de Naucalpan después de las tres horas del domingo 6 de agosto, lo que señala que estos antros estarían operando fuera de horario.
En el caso de Naucalpan, la licencia de funcionamiento del Black Royce lo autoriza a operar como restaurante bar hasta las dos de la mañana, pues en este municipio no hay licencias para que operen centros nocturnos, table dance, casas de citas ni prostíbulos, afirmó Ignacio Espinoza Castillo, director general de Desarrollo y Fomento Económico de Naucalpan.
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De comprobarse que el Black Royce operaba fuera de lo autorizado en su licencia de funcionamiento, el gobierno de Naucalpan podría determinar más que una amonestación, su clausura definitiva y la revocación de su licencia, indicó Ignacio Espinoza en entrevista con EL UNIVERSAL.
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